El presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, se ha mostrado convencido de que agricultores y ecologistas irán “más pronto que tarde, de la mano”, porque ambos están “en el mismo barco”, aunque ha puntualizado que el entendimiento no será posible con “quienes han hecho del ecologismo un negocio”.
En una entrevista con EFE, el responsable de la patronal agraria se ha mostrado convencido de que el sector ecologista y el agrícola, separados durante años por una idea de conservación del medio diferente, tendrán que “ir de la mano” en cuestiones como los transgénicos, de los que ha dicho que son “el futuro”.
“Escuchar que hay estudios que han demostrado que cuando se da a los ratones maíz transgénico tienen problemas de fertilidad es una broma de mal gusto, un insulto a toda la comunidad científica”, ha asegurado Serra, que ha sentenciado que “no hay ningún caso descrito de forma rigurosa de riesgo para la salud”.
“Descartado” el riesgo para la salud, Serra ha aludido a las cuestiones de tipo medioambiental, en las que también se ha pronosticado la “gran catástrofe”, una visión que ha rechazado aunque ha puntualizado que ello no significa que no haya que tener “cautelas, como en todas las cosas”.
Según el responsable de Asaja, que ha subrayado que hay gran cantidad de información científica sobre la “inocuidad” de los transgénicos, los diabéticos, por ejemplo, “están viviendo gracias a la insulina transgénica”.
“¿Por qué todo el mundo ve como algo positivo las células madre y consideran los transgénicos poco menos que carcas?”, se ha preguntado Serra, que ha insistido en que el “riesgo cero” no existe y ha opinado que no se puede dejar pasar “una gran oportunidad de desarrollo, de futuro”.
Ha recalcado que en todo el mundo se han sembrado este año 120 millones de hectáreas de este tipo de cultivos, más de dos veces la superficie de España, y ha criticado que en este país y en Grecia estén prohibidos.
Así, ha pronosticado que de las 350.000 toneladas de algodón bruto que se consiguió en Andalucía hace dos años, este año no se alcanzarán ni las 40.000 toneladas porque un insecto “se lo ha comido todo”, algo que se hubiera evitado con el cultivo transgénico.
El presidente de ASAJA-Andalucía ha criticado también la nueva directiva que debate la Comisión Europea de regulación de los fitosanitarios, que pretende reducir de 800 a unas 200 los productos químicos que se utilizan para el control de plagas y enfermedades.
Serra y el consejero de Agricultura, Martín Soler, se reunirán el próximo martes en Bruselas con eurodiputados para debatir sobre esta cuestión, ya que el Parlamento Europeo “pretende ir más lejos” y aprobar una normativa incluso más estricta.
“¿Cómo vamos a conseguir que los consumidores tengan naranjas que no estén comidas por el piojo rojo si nos restringen estos productos?”, se ha preguntado Serra, que ha recordado que los agricultores los utilizan porque el consumidor “demanda una naranja que no esté manchada”.
Ha subrayado, además, que se pasan “cantidad de controles”, por lo que los productos agrarios llegan al consumidor con garantías.
El nuevo reglamento es especialmente estricto con el uso de los insecticidas, por lo que las consecuencias pueden ser especialmente “graves” para la agricultura de la zona mediterránea, donde los agricultores se quedan “absolutamente desarmados”.
“O ponemos un poco de sensatez en esta especie de espiral ambientalista o todo esto acaba mal”, ha advertido el presidente de Asaja, que el martes tratará de convencer a los eurodiputados para que la propuesta no salga adelante.