por SOLEDAD DE JUAN, Directora de la Fundación Antama.

 Acusar a las semillas modificadas genéticamente de la importante reducción de hectáreas dedicadas al cultivo de maíz ecológico es falsear la realidad. Para conocer la verdadera razón sencillamente hay que hablar con los agricultores profesionales, saber de campo e ir al campo y llenarse las botas de barro. Porque la agricultura de verdad, la que nos da de comer a todos a precios asequibles, es la que permite a los ciudadanos de a pie, que todos los meses luchan por llegar a fin de mes, llenar la cesta de la compra.

En el caso del maíz ecológico como ocurre con otros cultivos, la reducción en la superficie de siembra debe buscarse, simplemente, en que al agricultor no le compensa ni por costes, ni por precio, ni por demanda en el mercado, ni por  convencimiento medioambiental. El agricultor es un empresario y, como tal, debe actuar y actúa.

Si miramos los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sobre superficie de maíz ecológico en España (año 2012) y comparamos por CCAA con la superficie de maíz modificado genéticamente (MG) y de maíz total en dichas CCAA, observamos lo siguiente:

–  Las CCAA en las que el maíz MG representa menos del 0,01% de la superficie, debido a la no presencia de plaga de taladro de maíz y por tanto a que no haya necesidad de sembrar el maíz MG actualmente autorizado en la UE, son: Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia, País Vasco y La Rioja. Sólo en Castilla y León representa el 0,007% (8,24 ha) respecto al total. En el resto de ellas no se sembró ninguna hectárea de maíz MG.

– Sin embargo, esas CCAA representan el 43,431% de toda la superficie de maíz de España, es decir, casi la mitad de todo el maíz sembrado a nivel nacional, con 216.193 ha.

– Pues bien, en todas estas CCAA sólo se sembraron 83,3134 ha de maíz ecológico, o lo que es lo mismo, el 0,039% del total del maíz sembrado.

De lo anterior se concluye que el maíz ecológico no es que no se siembre por la presencia de maíz MG, como se demuestra en las seis CCAA antes mencionadas, sino que no se siembra porque los agricultores deciden no hacerlo.

¿Cuál es la razón de ello? Muy simple, el agricultor tiene que hacer viable su explotación agrícola y, como sabio que es, decide cultivar aquello que le permite seguir en su actividad agraria. Es decir, hace aquello que le ayuda a “sacar las cuentas adelante”.

No falseemos la realidad, no queramos justificar lo injustificable mediante falacias y mentiras que no corresponden a la realidad del campo español, aquel que nos da de comer a todos y en el que trabajan extraordinarios profesionales. Y, sobre todo, hablemos del campo con conocimiento práctico y desde el “terruño”.

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