La Conferencia sobre Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO ha sido el punto de partida para hablar abiertamente de la existencia de la crisis que está afectando tanto a los precios de diferentes sectores de la economía mundial, como son la alimentación y la agricultura.
Con motivo de este evento, la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa comentó en una tribuna abierta en el diario El Pais su perspectiva ante la crisis. En primer lugar aseguró que es importante reforzar el carácter estratégico de la alimentación y la agricultura. La ministra aseguró que la globalización no es un punto de partida para la búsqueda de soluciones y que “lo imprescindible para hacer posible la existencia y la organización de la sociedad humana es garantizar su alimentación”.
Ante las previsiones de que para 2050, la población mundial alcance los 9.000 millones de personas, Espinosa recordó que será necesario un incremento la oferta mundial tanto de alimentos como de materias primas, y que para ello será necesario el uso de las mejoras tecnológicas, nuevas inversiones y material genético adecuado, todo ello desde un punto de vista sostenible, ya que el cambio clímatico comienza a hacer estragos y “a plantear graves amenazas y retos para el futuro”.
Además, la ministra centró su atención en la necesidad de la existencia y el desarrollo de políticas agrarias. De este modo considera la Política Agraria Común (PAC) como un acierto del que “deberíamos sentirnos orgullosos”, ya que ha sabido responder a las “críticas del pasado y continuando su proceso de adaptación para responder a los retos del futuro”.
Según Espinosa, la PAC recoge a la perfección aspectos como la gestión sostenible de los recursos naturales, el respeto al medio ambiente y al bienestar animal, que gracias en parte, al desarrollo del Código de buenas prácticas agrarias, y considera que su “gestión del gasto es un ejemplo de transparencia”.
En definitiva, la agricultura es una de las actividades más antiguas que han existido, y que a lo largo del tiempo se ha visto afectada por los diferentes cambios tecnológicos, que la han hecho llegar a nuestros días. De este modo, la ministra considera primordial para su desarrollo y buen funcionamiento que los ciudadanos “estén convencidos de las funciones y servicios que les presta la agricultura y de la necesidad de abandonar estereotipos caducados”.