Científicos de la Universidad de Rugers en los Estados Unidos han descubierto una manera de mejorar el valor nutricional del maíz mediante a inserción de un gen bacteriano que hace que produzca metionina, un aminoácido hidrófobo clave para la nutrición. La mayoría del maíz cosechado globalmente se usa para alimentación animal, pero carece de metionina, de ahí la importancia de este descubrimiento.
La metionina es uno de los nueve aminoácidos esenciales que los humanos necesitan para el crecimiento y la reparación de los tejidos. El azufre en la metionina protege las células de los contaminantes, ralentiza el envejecimiento celular y es esencial para absorber el selenio y el zinc. Cada año se gastan varios miles de millones de dólares en metionina sintética que se agrega a las semillas de maíz de campo, un proceso costoso y que consume mucha energía.
El equipo de investigación insertó un gen bacteriano de E. coli en el genoma de la planta de maíz y cultivó varias generaciones. La enzima E. coli – 3′-phosphoadenosine-5′-phosphosulfate reductase (EcPAPR) – estimuló la producción de metionina solo en las hojas de la planta en lugar de en toda la planta, evitando la acumulación de subproductos tóxicos. Como resultado, la metionina en los granos de maíz aumentó en un 57 por ciento.
Se han realizado pruebas alimentando a pollos con dicho maíz modificado genéticamente demostrando la mejora nutricional tras su ingesta. Los investigadores quedaron sorprendidos porque tras esta modificación genética el crecimiento de la planta de maíz no se vio afectado.
[FUENTE: Rutgers Today]