Los ministros británicos están presionando a la Comisión Europea para acelerar la aprobación de variedades de cultivos modificados genéticamente ante el riesgo de colapso en el mercado productivo de pollo, huevos, carne y leche. Por su parte, los agricultores exigen que al menos puedan alimentar a sus cerdos y aves de corral con soja transgénica y variedades de maíz que se cultivan en América y que no han sido aprobados en la Unión Europea ya que, si no, pueden verse obligados a abandonar el sector.

Así lo refleja el diario británico The Times quien explica que esta petición surge ya que una reorganización en el proceso de concesión de licencias en la Unión Europea, solución real a este problema, podría tardar años según los procesos europeos. Esta decisión podría aplicarse a un total de 30 eventos que a día de hoy ya han pasado satisfactoriamente todos los controles científicos sobre salud y seguridad, pero que, pese a dichas evidencias, aún esperan ser aprobados por los mandatarios políticos.

Las conclusiones del estudio de consulta realizado a la nación sobre el futuro de la alimentación subrayan estas restricciones políticas sobre los OMGs una amenaza a la agricultura que podría llevar a enfrentamientos e incluso a la obligatoriedad del paso a una dieta vegetariana en caso de escasez de alimentos.

Hilary Benn, Secretario de Medio Ambiente, insta a Bruselas a que agilice el proceso de autorización de estas variedades. En esta línea, afirmó que “si los OMGs puede hacer una contribución positiva la sociedad ha de tener la opción de si hacer uso de esta tecnología, además, un número creciente de países apuestan cada año por estos productos”.

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