La bioquímica Margarita Salas, una de las figuras más ilustres de la ciencia española del siglo XXI, se ha convertido en la primera mujer española que ingresa en la prestigiosa Academia de las Ciencias de Estados Unidos, que aglutina a los investigadores más destacados a nivel mundial en todos los campos científicos. Salas apuesta asimismo por una ciencia de futuro, y en este sentido ha apoyado el manifiesto Ciencia, Progreso y Medio Ambiente por el que un total de 150 reconocidos investigadores españoles apoyan la biotecnología y solicitan al Gobierno que facilite el cultivo de variedades mejoradas genéticamente.
Margarita Salas, asturiana de nacimiento y discípula del que fue uno de los científicos españoles más insignes de todos los tiempos, Severo Ochoa, cuenta con otras distinciones como el premio Jaime I de investigación (1994), el premio nacional de investigación Santiago Ramón y Cajal (1999) y, además, se le nombró investigadora europea en 1999 por la UNESCO.
Junto a científicos de la talla de Manuel Toharia, Santiago Grisolía, Emilio Muñoz, Francisco García Olmedo y otros, hasta un total de 150, Salas ha firmado el manifiesto Ciencia, Progreso y Medio Ambiente, promovido por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), por el que solicitan que las autoridades españolas faciliten el empleo de las variedades mejoradas genéticamente “sin discriminaciones, para que la competitividad de la agricultura de nuestro país no se vea perjudicada”.
En el documento, los firmantes, ante la ausencia de estudios científicos que desaconsejen el empleo de las plantas biotecnológicas, “reclaman el derecho a progresar para la agricultura española y los medios de producción que favorecen una producción más eficiente. Esperamos que así sea, para que la celebración del Año de la Ciencia 2007 tenga sentido en la agricultura española y aporte beneficios al medio ambiente de nuestro país”.