En el marco de la jornada ‘Innovación en Cereal’ celebrada el pasado 22 de marzo en Madrid y organizada por ANOVE-GESLIVE, UPA, ASAJA y Cooperativas Agroalimentarias, expertos nacionales e internacionales analizaron el reto global en la investigación en cereales. Entre los ponentes se encontraron dos representantes del COPA-COGECA: el español Pedro Gallardo (Vicepresidente del Grupo de Cereales) y el danés Thor Gunnar Kofoed (Presidente del Grupo de Trabajo de Semillas). Ambos resaltaron la necesidad de poner en valor la obtención de nuevas variedades de semillas, el uso de semilla certificada, y la apuesta por las nuevas tecnologías para hacer frente a los grandes desafíos a los que se enfrenta el sector.
Los expertos coincidieron en que los principales retos a los que se enfrenta el sector agrario son los efectos del cambio climático y el incremento poblacional que derivará en un incremento significativo de la demanda de alimentos. Retos agroalimentarios en los que los cereales juegan un papel clave ya que son la base de sustento del sector ganadero. Pedro Gallardo recordó que a día de hoy la Unión Europea importa grandes cantidades de organismos modificados genéticamente porque los rendimientos comunitarios de cereales son muy bajos y la demanda europea muy alta.
“Hace falta que la tecnología llegue al campo (…) Las nuevas técnicas de mejora vegetal pueden ser fundamentales y deben ser la herramienta por la que apueste la Unión Europea, especialmente para dar soluciones a zonas con condiciones climatológicas extremas como España”, reconocía Pedro Gallardo. Tecnologías que permitirán producir más y de una forma más sostenible, haciendo frente a la brecha de producción derivada del aumento poblacional. En esta línea, recordó que la sociedad está acostumbrada a tener la nevera llena todo el año, pero que no es consciente del papel de la innovación y la mejora genética para conseguirlo.
SEMILLA CERTIFICADA
Por su parte, Thor Gunnar reconoció el valor de los mejoradores vegetales, en particular el de comunitario. “El programa europeo de mejora de variedades es el mejor del mundo” y “tenemos que contar a los agricultores el beneficio de estas nuevas variedades.” Puso como ejemplo a seguir el de Dinamarca, que en 2016 consiguió una tasa de utilización de semilla certificada de un 86%, fruto del buen conocimiento de sus agricultores el valor de la semilla certificada.
En su exposición defendió la importancia de la comunicación no solo hacia los agricultores, sino también hacia la sociedad en general. “La gente que vive en las ciudades no tiene contacto con el campo, desconocen en qué consiste la agricultura. Para ellos es más fácil remontarse a un modelo agrario anterior aunque sea un paso atrás.” Thor Gunnar apostó por informar al sector y a los consumidores sobre los programas de mejora y de todo el dinero que se invierte en la Unión Europea en la obtención de nuevas variedades.
ESPAÑA, LABORATORIO EUROPEO
En la jornada se puso el valor a la situación estratégica de España, que debería ser el laboratorio europeo ante el cambio climático, cuyos efectos ya sufrimos de forma evidente antes que el resto de países europeos. Una oportunidad que deberíamos aprovechar para generar conocimiento. España debería apostar firmemente por la innovación para aportar soluciones a retos como el aumento de las temperaturas o la inestabilidad productiva. El sector agroalimentario necesita variedades que se adapten y que sean más eficientes, para poder dar de comer a los 11.200 millones de personas que se estima seremos en 2100.