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Después de doce años de comercialización, los cultivos biotecnológicos siguen avanzando progresivamente un año más con un crecimiento de doble dígito y con la incorporación de nuevos países a la lista de zonas con cultivos biotecnológicos, según un informe publicado hoy por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications, ISAAA). En 2007, el área de cultivos biotecnológicos en el mundo creció un 12% con 12,3 millones de hectáreas más que el año anterior, hasta alcanzar los 114,3 millones de hectáreas, lo que supone el segundo aumento del área más importante en los últimos cinco años.

Además de plantar más hectáreas con semillas biotecnológicas, los agricultores están adoptando rápidamente variedades con más de una tipología biotecnológica. Este tipo de hectáreas aumentó un 22% con 26 millones de hectáreas más que el año anterior, hasta llegar a 143,7 millones de hectáreas, más del doble del aumento del área mundial. También se añadieron nuevos cultivos a la lista, ya que China anunció la plantación de 250.000 álamos biotecnológicos. Los árboles resistentes a los insectos pueden servir de ayuda a las iniciativas de reforestación.

Además, 2 millones de agricultores más plantaron cultivos biotecnológicos durante el último año. En este sentido, un total de 12 millones de agricultores disfrutan en todo el mundo de las ventajas de las mejoras tecnológicas. Nueve de cada diez agricultores, un total de once millones, se beneficiaron de los cultivos biotecnológicos y eran agricultores de pocos recursos, lo que supera la marca de 10 millones por primera vez. De hecho, el número de países en vías de desarrollo (12) que han plantado cultivos biotecnológicos superó al número de países desarrollados (11); la tasa de crecimiento de los países en vías de desarrollo fue el triple que la de los países desarrollados (21% frente al 6%.)

“Debido al aumento del precio de los alimentos en todo el mundo, los beneficios de los cultivos biotecnológicos nunca han sido tan importantes”, señala Clive James, presidente y fundador del ISAAA y autor del informe. “Aquellos agricultores que adoptaron los cultivos biotecnológicos hace unos años ya están comenzando a percibir las ventajas socioeconómicas respecto a los que no han adoptado los cultivos. Si deseamos lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (Millennium Development Goals, MDG) de reducir el hambre y la pobreza a la mitad para 2015, los cultivos biotecnológicos deben desempeñar una función más importante si cabe en la próxima década”. Según el informe, los cultivos biotecnológicos han ofrecido unos beneficios sin precedentes que contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, particularmente en países como China, India y Sudáfrica. El potencial en la segunda década de la comercialización de los cultivos biotecnológicos (2006-2015) es enorme.

Diversos estudios realizados en India y China muestran que la producción de algodón Bt ha aumentado un 50% y un 10%, respectivamente, lo que ha supuesto una reducción del uso de insecticidas en ambos países de hasta un 50% o más. En India, los agricultores aumentaron sus ingresos hasta 250 dólares o más por hectárea, lo que elevó los ingresos de los agricultores a escala nacional el año pasado de 840 millones de dólares a 1.700 millones de dólares. Los agricultores chinos registraron unas ganancias similares, con un aumento medio de los ingresos de 220 dólares por hectárea, o más de 800 millones de dólares a escala nacional. Lo que es más importante, estos estudios demuestran una fuerte confianza de los agricultores en los cultivos. Nueve de cada diez granjeros indios han seguido plantando algodón biotecnológico año tras año, y el 100% de los agricultores chinos ha optado por seguir utilizando la tecnología.

Aunque estos beneficios económicos están bien respaldados, los beneficios socioeconómicos asociados a los cultivos biotecnológicos están comenzando a salir a la luz. Un estudio realizado entre 9.300 hogares con plantaciones de algodón Bt y algodón no Bt en India indicó que las mujeres y niños de los hogares con algodón Bt tenían mayor acceso a beneficios sociales que los agricultores que no plantaban algodón Bt. Esto incluye ligeros aumentos en las visitas prenatales, la ayuda con los partos en el hogar, un índice superior de escolarización de los hijos y una mayor proporción de hijos vacunados.

Rosalie Ellasus, viuda con 3 hijos, encontró unos beneficios similares al elegir la agricultura como modo de ayudar a su familia. “Con los ingresos adicionales generados por el maíz biotecnológico, la inversión en agricultura tuvo sentido y me permitió ganar más que en el sector médico al que me dedicaba”, señala. “El maíz biotecnológico me ofreció tranquilidad y tuve que dedicar menos tiempo a controlar las plagas. Con el maíz modificado genéticamente, también logré ahorros en los costes de cultivo y de semillas. Con los ingresos adicionales, he podido enviar a mis hijos al colegio”.

“Es este tipo de beneficios los que convertirá a los cultivos biotecnológicos en una herramienta fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU de reducir el hambre y la pobreza a la mitad y garantizar una agricultura más sostenible en el futuro”, señala James. “Para lograr estos objetivos, es fundamental ampliar e intensificar el uso de los cultivos biotecnológicos para poder satisfacer las necesidades de alimentos, pienso, fibra y combustible en el futuro”.

En 2007, EE. UU., Argentina, Brasil, Canadá, India y China continuaron siendo los principales adoptadores de los cultivos biotecnológicos del mundo. Aunque EE. UU. continúa siendo el principal usuario de la tecnología, su área de cultivos biotecnológicos representa una cuota descendente respecto al área global debido a la mayor tasa de adopción. [Nota del editor: véase la hoja informativa de país del ISAAA para obtener más información sobre países concretos]. “Con el conocimiento acumulado y los importantes beneficios económicos, medioambientales y socioeconómicos logrados en doce años, los cultivos biotecnológicos están preparados para crecer aún más en los próximos años, particularmente en los países en vías de desarrollo que tienen la mayor necesidad de esta tecnología”, comentó James.

Según el informe, Burkina Faso, Egipto y, posiblemente, Vietnam son los siguientes países que tienen mayor probabilidad de aprobar los cultivos biotecnológicos. Australia está realizando pruebas de campo con trigo resistente a la sequía y dos estados eliminaron recientemente la prohibición de cuatro años sobre la canola biotecnológica. Finalmente, países como India reconocen la importancia del uso de la biotecnología para que el país sea autosuficiente en cereales alimentarios, incluida la producción de arroz, trigo y semilla oleaginosa. El primer cultivo biotecnológico alimentario, la berenjena biotecnológica, se espera que se apruebe a corto plazo.

“Creo que el número de países, cultivos, tipologías, áreas y agricultores biotecnológicos aumentará sustancialmente en la segunda década de adopción”, señala James. “Es probable que un número mayor de países en vías de desarrollo apruebe la tecnología, ya que ahora es posible diseñar sistemas reglamentarios que sean rigurosos sin ser demasiado onerosos debido a sus recursos limitados. El retraso actual en las aprobaciones puntuales de los cultivos biotecnológicos como el arroz dorado, que ofrece beneficios a millones de personas, es un dilema moral cuando las exigencias de los sistemas reglamentarios se convierten en el fin y no en el medio”.

El informe está financiado totalmente por la Rockefeller Foundation, una entidad filantrópica con sede en EE. UU., asociada con Green Revolution; Ibercaja, uno de los principales bancos españoles con sede en la región de cultivo de maíz de España; y Bussolera-Branca Foundation, de Italia, que apoya el intercambio abierto de conocimiento sobre los cultivos biotecnológicos para ayudar en el proceso de toma de decisiones por parte de la sociedad internacional. Para obtener más información o el resumen ejecutivo, visite www.isaaa.org.

El Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) es una organización sin ánimo de lucro que cuenta con una red internacional de centros diseñados para contribuir a mitigar el hambre y la pobreza compartiendo conocimientos y aplicaciones de la biotecnología. Clive James, presidente y fundador del ISAAA, ha vivido y/o trabajado los últimos 25 años en países en vías de desarrollo de Asia, Latinoamérica y África, dedicando sus esfuerzos a temas de investigación y desarrollo agrícola, y concentrándose en la biotecnología y la seguridad alimentaria en el mundo.

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