La comunidad científica asegura que los alimentos y cultivos transgénicos son los más revisados y testados del mercado y que, una vez evaluados, testados y analizados durante años, salen al mercado sin conferir riesgo alguno para la salud humana, animal o medioambiental, según recoge la lista de distribución de noticias AgBioWorld.

Las variedades modificadas genéticamente (MG) se encuentran entre las más estudiadas y revisadas del mundo. Gracias a estándares de evaluación de riesgo, bien establecidos y aceptados mundialmente, las autoridades regulatorias mundiales revisan la seguridad de los cultivos y alimentos transgénicos que se encuentran actualmente en el mercado y determinan que no confieren más riesgo que aquellos producidos a través de los métodos de reproducción tradicionales.

El producto transgénico potencial es testado y analizado durante años por los expertos, para después ser presentado a las agencias regulatorias para su reconocimiento y su aprobación comercial.

Luciana Di Ciero, científica del Laboratorio de Investigación Forestal Genética y Biotecnología del ESALQ, de la Universidad de Sao Paulo en Piracicaba, Brasil, explica: “Nada tiene riesgo cero. El riesgo reside en no utilizar la biotecnología, en no recurrir a los beneficios para el medio ambiente y la sociedad, en no usar la ciencia para resolver los problemas de hambre, malnutrición, áreas inhóspitas en las que es difícil cultivar” y añade: “Como investigadora que trabaja con biotecnología, conozco la parte científica, sus ventajas y posibilidades. Como madre, puedo decir que me siento muy segura con la biotecnología”.

“Los productos biotecnológicos se examinan desde el principio en el laboratorio, desde el momento en el que el gen se aísla”, dice la doctora, que trabaja con plantas que se puedan defender de las fuerzas medioambientales como los insectos, plagas y enfermedades. “El gen aislado se transfiere a la planta, para después ser analizada y ver si el gen actúa correctamente (si la proteína que tiene que actuar funciona) y si son seguros para la salud humana y el medioambiente”, asegura.

“Tras eso, la planta se lleva a un invernadero donde se analiza agronómicamente. Es entonces cuando estas plantas se llevan al campo, a pequeñas áreas experimentales tanto para análisis agrónomos como todos los tipos de tests de alergias y toxinas. Y sólo cuando estamos seguros de que un producto no confiere riesgo alguno, va al mercado. Los análisis de productos biotecnológicos son mucho más estrictos que para los alimentos convencionales”.

Numerosas organizaciones internacionales confían en lo saludable, medioambiental y seguridad de los alimentos y plantas transgénicos, entre las que se incluyen la Sociedad Real (Reino Unido), la Academia Nacional de Ciencias (EEUU), la Organización Mundial de la Salud, la Organización de Agricultura y Alimentación de las Naciones

Unidas, La Comisión Europea, la Academia Francesa de Medicina y la Asociación Médica Americana.

Más información:

Conversations about Plant Biotechnology (Website: http://www.monsanto.com/biotech-gmo/asp/default.asp).

Contacto:

Fundación Antama: Virginia Vega/ Alejandro González

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