Jacques Diouf, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), ha apostado por el aumento de la producción agrícola para salir de la crisis mundial de los alimentos, una situación que ha sumido a más de 75 millones de personas en el hambre y la pobreza. Así lo expresó Diouf en el Parlamento italiano las pasadas semanas, instando a la celebración de una audiencia conjunta para analizar los efectos del aumento de precios de los alimentos y estudiar sus soluciones.
Según informa la FAO, mientras que el índice de precios creció entre 2005 y 2006 un 12%, durante 2007 este incremento fue del 24% y hasta julio de 2008 la subida alcanzaba ya el 50%. Pese a que se espera que las cosechas de cereales disminuyan este porcentaje en el futuro, los precios permanecerán altos durante varios años, poniendo en riesgo a los países más pobres del mundo.
“Antes de esta subida de precios contábamos con 850 millones de personas malnutridas en el mundo, sin embargo esta cifra aumentó en 2007 en 75 millones”, explicó Diouf. Además, recordó que en julio de 2007 la FAO pidió una Conferencia de alto nivel sobre Seguridad Alimentaria y que, en diciembre del mismo año, anticipándose a la crisis mundial, lanzó una iniciativa contra el alza de precios destinada a ayudar a los países más pobres del mundo y aumentar su producción de alimentos.
En virtud de esta iniciativa, la FAO está ayudando a día de hoy a proporcionar semillas, fertilizantes y otros insumos a los agricultores más pobres del mundo cuyo único medio de subsistencia reside en sus propias cosechas. Un total de 79 países ya han solicitado esta ayuda.
En junio de 2008 volvió a celebrarse la Conferencia de algo nivel sobre Seguridad Alimentaria a la que acudieron 43 Jefes de Estado y de Gobierno de 181 países. La declaración aprobada en dicha conferencia “retoma la agricultura y la seguridad alimentaria como una prioridad en el desarrollo del mundo y como un componente clave de la agenda política internacional”, explicó Diouf.
