Kimberly Flowers gmosLa revista Forbes ha publicado, en su edición estadounidense, una columna de opinión sobre biotecnología agraria y alimentaria escrita por Kimberly Flowers, Directora del Proyecto de Seguridad Alimentaria Mundial en el Centro de Estrategias y Estudios Internacionales de Washington (Estados Unidos).

En su columna confiesa no ser una defensora típica de los organismos modificados genéticamente (OMGs) ya que tiene un perfil que muchos catalogarían de ecologista defensor de lo orgánico: voluntaria de Peace Corps, profesora titulada de yoga y con una carrera profesional dedicada en exclusividad a aliviar el hambre y la pobreza en el mundo desarrollado.

Experta en el gran problema del hambre en el mundo, Kimberly Flowers afirma que “la biotecnología es una herramienta esencial” y sería un error si no utilizamos la innovación científica que está a nuestro alcance. Reconoce que la biotecnología no es la solución a todos los problemas, pero tiene claro que “las semillas modificadas genéticamente pueden impulsar la productividad y mejorar la nutrición”, dos elementos clave para luchar por “erradicar la pobreza extrema y el hambre en el mundo”.

En esta línea señala que “el crecimiento poblacional es una de las mayores amenazas para la seguridad alimentaria mundial. Si queremos alimentar a una población de 9,7 millones de personas en 2050, tenemos que aumentar la productividad agrícola en un 60% utilizando menos agua, fertilizantes y pesticidas”. Una herramienta clave que aún se ve envuelta en la polémica pese a que la ciencia no deja lugar a duda. “El debate de los cultivos MG está muy lejos de la realidad científica”, resalta.

Saca a colación lo que dice la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias sobre la biotecnología agraria “La ciencia es muy clara: el mejoramiento de los cultivos por técnicas moleculares modernas de biotecnología es seguro”. También han confirmado su seguridad instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Médica Americana y la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

“Muchos no saben que la ingeniería genética en cultivos puede ayudar a crear dietas más nutritivas y mejorar nuestra salud”, explica Kimberly Flowers. Más allá del debate, la experta señala que “el hambre en el siglo XXI es horrible” y hay que luchar para conseguir erradicarlo con la biotecnología y con otros avances científicos que puedan ayudar en esta lucha.

>> How Biotech Will Help Achieve Zero Hunger

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