cientificos-desarrollanIngenieros estadounidenses han desarrollado especies de hierbas modificadas genéticamente capaces de eliminar el RDX, compuesto tóxico utilizado en explosivos desde la Segunda Guerra Mundial y que contamina bases militares, campos de batalla y pozos de agua potable. Sólo con las prácticas de disparo realizados en los campos militares se contamina el suelo de forma considerable. Para solucionar esta situación, expertos de la Universidad de Washington han trabajado en esta línea para conseguir neutralizar dicha contaminación.

Según publica la Plant Biotechnology Journal, los investigadores introdujeron dos genes de bacterias que aprendieron a ingerir RDX y descomponerlo en componentes inocuos. Los introdujeron en dos especies de hierba perenne: Panicum virgatum y Agrostis stolonifera. Las cepas con mejor desempeño eliminaron en menos de dos semanas todo el RDX de un suelo simulado y no retuvieron ninguno de los productos químicos tóxicos en sus hojas o tallos.

Las gramíneas son plantas abundantes, de rápido crecimiento y de bajo mantenimiento que ofrecen ventajas prácticas sobre otras especies en situaciones de limpieza en el mundo real. “Esta es una forma sostenible y asequible para eliminar y destruir los contaminantes en estos rangos de entrenamiento”, dijo Stuart Strand, autor principal y profesor de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de Washington.

El RDX es un compuesto orgánico que forma la base de muchos explosivos militares comunes, que pueden permanecer en el medio ambiente y en municiones sin explotar o parcialmente explotadas. En dosis suficientemente grandes, se ha demostrado que causa convulsiones y daños en los órganos, y actualmente es catalogado por la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades como un posible carcinógeno humano.

“Las hierbas podrían plantarse en los campos de entrenamiento, crecer por sí solas y requerir poco o ningún mantenimiento. Cuando una partícula tóxica de las municiones aterriza en un área objetivo, sus raíces tomarían el RDX y lo degradan antes de que llegue a las aguas subterráneas”, explica Strand.

A diferencia de otros componentes tóxicos de los explosivos tales como TNT, el RDX se disuelve fácilmente en agua y es más propenso a extender la contaminación más allá de los límites de un área militar, industria militar o campo de batalla.

[FUENTE: ChileBio + Universidad de Washington]

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