Según los datos ofrecidos por la Subidrección General de Comercio exterior de Productos Agroalimentarios (Secretaría General de Comercio Exterior), las importaciones de maíz en 2007 crecieron en más de 2 millones de toneladas respecto a 2005, superando los 6,4 millones de toneladas. El incremento que reflejan los datos, que fueron difundidos por la Confederación Española de Fbricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), se debe tanto a la sólida demanda de piensos por la ganadería española como en una reducción de las superficies de maíz y escasas cosechas de cereales de invierno, una situación derivada de la sequía durante los últimos años.
Ante el momento crítico para la ganadería de nuestro país, consecuencia del precio de las importaciones por el aumento de la demanda global, sólo cabe facilitar las producciones locales de maíz y otros cereales donde sea posible, y pedir a las autoridades europeas que agilicen los procesos de aprobación para nuevos tipos de maíces modificados genéticamente. Los retrasos en las aprobaciones de maíces que han superado la evaluación científica de la Autoridad Europea de Seguirdad Alimentaria (EFSA) tienen como consecuencia un estancamiento en la eficiencia de las producciones locales y la exclusión como posibles proveedores de aquellos países donde las nuevas variedades ya se están cultivando.
