Un estudio dirigido por la Universidad de Melbourne (UNIMELB) en Australia  ha establecido cómo las plantas usan su metabolismo para detectar la hora del día en la que se encuentran y saber cuándo crecer. Este descubrimiento podría ayudar para adaptar los cultivos a diferentes entornos, ya sean naturales o artificiales, e incluso a diferentes estaciones o latitudes.

El estudio dirigido por Mike Haydon, de la Escuela de Biociencias de la UNIMELB, detalla cómo las plantas usan su metabolismo para detectar cuándo anochece y ayudar así a la planta a conservar la energía producida durante el día por la luz solar. Haydon ha explicado que si bien las plantas no duermen como los humanos, su metabolismo se ajusta durante la noche para conservar energía para la fotosíntesis del día siguiente.

“Hemos descubierto que una señal metabólica diferente, llamada superóxido, actúa al anochecer y cambia la actividad de los genes del reloj circadiano durante la noche”, ha explicado Haydon. Además añadió que también descubrieron que esta señal afecta al crecimiento de las plantas, y creen que esta señal podría estar proporcionando información a la planta sobre la actividad metabólica a medida que se pone el sol.

El reloj circadiano es el responsable de generar las oscilaciones de procesos biológicos en coordinación con el ciclo de día y noche y los cambios de luz y temperatura asociados. 

Más información en la Universidad de Melbourne.

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