En el marco de Fruit Attraction 2022, la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA) organizó una jornada para abordar el nuevo reglamento europeo de uso sostenible de productos fitosanitarios. En él participó Carlos Palomar, director general de AEPLA y miembro de Crop Life Europe, y Pedro Gallardo, vicepresidente de COPA-COGECA y la Alianza por la Agricultura Sostenible (ALAS), que respondieron a la siguiente pregunta: ¿responden estos cambios normativos a las necesidades de la agricultura europea?

Carlos Palomar resaltó que lo fundamental del uso  sostenible de fitosanitarios es la gestión integrada de plagas: prevenir, vigilar y actuar cuando sea necesario y en la medida que sea necesario. “Eso no ha sido entendido así por los auditores de Europa (…) El nuevo reglamento es complejo porque implica una complejidad burocrática muy grande, pero después es muy simple en cuanto a su objetivo: reducir el 50% del uso de fitosanitarios, un porcentaje que no tiene justificación científica”.

Resaltó también que no se puede marcar un mismo objetivo para todos los países porque la realidad agraria es muy diferente. “Este sector lleva 50 años evolucionando, haciendo más con menos, y deberíamos seguir evolucionando. Con este reglamento se va a producir menos, más caro, con pérdidas de rentabilidad de los agricultores”, resaltó Palomar, quien apostó por la innovación y nuevos productos para poder cumplir estos objetivos. “Necesitamos un sistema que agilice la llegada de las nuevas soluciones. Hay que poner recursos, expertos que sean capaces de evaluar estas medidas”.

EL RECHAZO DEL SECTOR

Pedro Gallardo resaltó que a la Copa-Cogeca, que representa a más de 35.000 agricultores europeos, no le convence esta normativa ya que no hay ningún estudio de impacto sobre la aplicación de estas medidas, nadie se ha preocupado en la viabilidad de su aplicación. Recordó que los agricultores no juegan con los fitosanitarios, que son sustancia caras y que los agricultores solo usan las dosis necesarias y trabajan cada día para optimizar su uso y hacer una actividad agraria más sostenible.

“Decir de la noche a la mañana que vamos a quitar el 50% de fitosanitarios porque sí, pese a que hayan superado los controles sanitarios, no tiene sentido. Si esto ocurriera con los medicamentos de la farmacia la gente se echaría a la calle. Nosotros hemos salido a mostrar nuestro rechazo, pero somos solo un 4% de la población. Estamos jugando con las cosas del comer y con eso no se debería jugar”, reconoció Gallardo.

Para el representante de la Copa-Cogeca, el objetivo de reducir el 50% el uso de fitosanitarios es demasiado ambicioso y está fuera de lógica. “En los últimos años ya nos hemos adaptado a reducciones, y sumar estas nuevas va a limitar nuestra capacidad productiva. Si algo nos ha enseñado la situación actual es que no podemos dejar de producir. Además, el texto profundiza poco en la innovación, que podría ser parte de la solución para alcanzar estos objetivos”.

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