Científicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido han descubierto que la expresión de una sola proteína ubicada en los orgánulos subcelulares del tomate ayuda a acelerar o ralentizar la maduración de la fruta, lo que brinda una nueva oportunidad para la mejora de los cultivos. Los científicos se centraron en el papel de los plástidos, o los orgánulos subcelulares de las frutas, en el proceso de maduración del tomate. Los plástidos son los encargados de dar color a la fruta.
Según la literatura, la maduración de la fruta está relacionada con la biogénesis de los cromoplastos, pero se sabe poco sobre cómo participan los plástidos en este proceso. En su estudio, los científicos descubrieron la función de los plastidios SP1 (esta proteína SP1 controla una vía reguladora llamada CHLORAD, que fue descubierta por el grupo en 2019). Su sobreexpresión aceleraba la maduración mostrada por los cambios de color, y al derribarla retrasaba la maduración del fruto del tomate. Pudieron demostrar que SP1 puede desencadenar efectos de ampliación en la maduración de la fruta al promover la transición de cloroplasto a cromoplasto.
El autor del estudio, Paul Jarvis del Departamento de Ciencias Vegetales de Oxford, explicó que “las propiedades reguladoras del SP1 reveladas en nuestro estudio muestran que tiene un potencial real como tecnología para la mejora de cultivos. Por ejemplo, podría utilizarse para desarrollar variedades de frutos carnosos de fructificación temprana o tardía, o para mejorar la transportabilidad o la vida útil de la fruta retrasando la maduración sin comprometer la calidad de la fruta madura.”
“Es fascinante cómo una sola proteína en estas diminutas estructuras subcelulares pueda tener consecuencias de tan gran alcance para la maduración de la fruta en el tomate”, recalcó Paul Jarvis. Los resultados de su estudio revelaron un papel importante de los plástidos en la maduración del fruto del tomate y pueden proporcionar una base teórica para la ingeniería de cultivos de tomates. Más información en Nature Plants y en la Universidad de Oxford.