Investigadores del Centro RIKEN de Ciencias de Recursos Sostenibles (CSRS) en Japón han descubierto una pequeña hormona que ayuda a las plantas a retener agua, incluso cuando no hay ninguna disponible en el suelo. El estudio, publicado en Nature, muestra cómo el péptido CLE25 se mueve de las raíces a las hojas cuando el agua escasea y ayuda a prevenir la pérdida de agua al cerrar los poros en la superficie de la hoja, manteniendo a la planta hidratada.
Los investigadores quería saber si las hormonas vegetales responden al estrés abiótico. Para ello estudiaron los péptidos CLE que se sintetizan en las raíces y en el ácido abscísico (ABA), una hormona que se acumula en las hojas y ayuda a cerrar los poros en respuesta a la sequía. La aplicación de muchos péptidos CLE en las raíces de las plantas mostró que solo CLE25 conducía a un aumento del ABA en las hojas y el cierre de poro. El equipo concluyó que el vínculo entre estos dos eventos fue el aumento de una enzima necesaria para producir ABA. También observaron que los niveles de CLE25 aumentan en las raíces de las plantas sometidas a estrés por deshidratación, lo que conduce a los mismos resultados.
Para determinar si CLE25 se mueve a través del sistema circulatorio de la planta, el equipo utilizó un sistema de espectrometría de masas de alta sensibilidad y desarrolló un sistema de detección que puede identificar el movimiento de los péptidos móviles desde la raíz hasta el brote. Los investigadores pudieron etiquetar las moléculas CLE25 y observaron su movimiento desde las raíces hasta las hojas, lo que indica que en realidad era una hormona móvil y que probablemente interactuó con otras moléculas en la hoja para producir ABA.
Antes de investigar cómo CLE25 induce la síntesis de ABA una vez que llega a la hoja, el equipo creó plantas que carecían de CLE25 o de ABA y realizaron varios experimentos de control que confirmaron sus hallazgos. Tras tres horas de deshidratación, las plantas sin CLE25 ya mostraban siete veces menos hojas de ABA y habían perdido más agua que las plantas de control. Finalmente, el equipo examinó varios mutantes y descubrió que los receptores BAM1 / BAM3 en la hoja eran el vínculo entre CLE25 y la producción de ABA.
[FUENTE: RIKEN CSRS]