Se dice que el mercado de proteínas de origen biológico crecerá drásticamente en los próximos años. Actualmente, las enzimas industriales y otras proteínas se producen en reactores de fermentación grandes y costosos, pero el uso de plantas para producirlas podría reducir tres veces los costes de producción. Investigadores estadounidenses de la Universidad de Cornell y la Universidad de Illinois han diseñado plantas que pueden producir proteínas que no son nativas de la planta en sí.

El equipo de investigación modificó genéticamente las plantas de tabaco para producir la proteína celulasa Cel6A. El tabaco es una planta modelo muy estudiada. Cel6A pertenece a un gran grupo de enzimas relacionadas que se utilizan en muchas aplicaciones, incluidos los detergentes para ropa modernos, los suavizantes de telas y en alimentos y piensos.

La ingeniería genética se utilizó para entregar ADN con instrucciones para convertir la proteína deseada en los cloroplastos de las células vegetales. Las plantas que adoptaron este ADN fueron cultivadas. Los cloroplastos son los orgánulos fotosintéticos en las plantas y contienen su propio ADN. Las células vegetales no pueden producir sus propios cloroplastos, sino que los heredan de cada célula hija durante la división celular.

“Una de las ventajas de la tecnología que estamos usando es que los cloroplastos en la mayoría de las plantas de cultivo se heredan a través de la línea materna, por lo que los genes no están en el polen”, explica Beth Ahner, profesora de ingeniería biológica y ambiental en Cornell. Universidad.

Para más detalles, puedes leer el artículo publicado en la Cornell Chronicle.

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