El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón (MAFF) ha realizado una encuesta anual durante los últimos 15 años para monitorear cualquier efecto sobre la biodiversidad del cultivo de colza y soja transgénica en el país. Los últimos datos demuestran que es improbable que ninguno de estos dos cultivos transgénicos afecten a la biodiversidad.

La encuesta comenzó en 2006 y su realización anual cubre aproximadamente un radio de 5 km del cultivo concreto de semilla transgénica. Tanto los cultivos transgénicos como los no transgénicos fueron monitoreados de cerca y las hojas fueron analizadas para detectar la presencia de genes de resistencia a herbicidas y genes de resistencia a pesticidas. Los últimos datos de 2020 mostraron que no se realizaron cruces entre soja transgénica y soja silvestre, ni entre soja transgénica con diferentes rasgos de resistencia.

Para la colza, el gobierno japonés observó que la colza transgénica propaga el gen recombinante a otras especies transgénicas con genes diferentes o especies no transgénicas estrechamente relacionadas en aproximadamente el 19% de los casos. Sin embargo, la cifra cae dentro del rango normal de tasa de cruce de cualquier variedad convencional y, por lo tanto, se considera que no tiene un impacto significativo en la biodiversidad. MAFF también enfatizó que los resultados de la encuesta recopilados de 2006 a 2018 no mostraron ninguna situación en la que el gen recombinante se propagara en la colza.

El Ministerio continuará realizando estudios sobre el impacto de los cultivos transgénicos en la biodiversidad y la posible presencia de cualquier híbrido y seguirá buscando un entendimiento científico del impacto de los cultivos transgénicos en Japón, según su informe.

Más información en Food Navigator Asia y en el informe completo del MAFF.

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