Uno de los enfoques más prometedores para el control de plagas es apuntar a genes de insectos que son esenciales para su supervivencia. Sin embargo, es un desafío encontrar objetivos cuyo silenciamiento mate plagas pero no insectos beneficiosos. Un equipo de investigadores del Instituto Boyce Thompson (BTI) en Estados Unidos, dirigido por Georg Jander, ha demostrado que los genes transferidos horizontalmente (HTG), o genes transmitidos de una especie a otra que se encuentran en los genomas de los insectos, son objetivos válidos para matar selectivamente a los pulgones verdes del melocotón, moscas blancas y con potencial para ser utilizados con éxito con otros insectos que causan daños importantes cultivos de todo el mundo.
En un estudio de 2016, un equipo del BTI identificó 142 genes, que probablemente eran HTG, en una subespecie de mosca blanca. Para este estudio, los científicos secuenciaron el genoma de una cepa de pulgón verde del melocotonero e identificó alrededor de 30 HTG, la mayoría de los cuales también estaban presentes en otras especies de pulgones, pero no en las moscas blancas.
El equipo de investigación utilizó ARN de interferencia (ARNi) para silenciar los HTG en pulgones y moscas blancas. Usaron un virus para entregar la molécula de ARNi en las plantas de las que se alimentaban los insectos, una cepa de la especie de tabaco silvestre Nicotiana benthamiana desarrollada previamente por el laboratorio de Jander. En pulgones, el equipo silenció 11 HTG diferentes de origen bacteriano, fúngico, viral o vegetal; lo que disminuyó la supervivencia de los áfidos. Cuando las larvas de las mariquitas y las mariquitas harinosas adultas se alimentaron de los áfidos de las plantas tratadas y las moléculas de ARNi se transmitieron a las mariquitas.
Sin embargo, no causó efectos adversos porque sus genomas carecían de los genes específicos. En las moscas blancas, silenciar cinco HTG diferentes tuvo efectos adversos sobre la supervivencia, lo que demuestra el potencial para expandir este método de control de plagas a insectos más allá de los áfidos. Aunque silenciar los HTG individuales causó reducciones medibles en la supervivencia de los insectos, el tamaño de esos impactos no fue grande. Las reducciones fueron del 40% o menos en la mayoría de los casos, y a menudo alrededor del 20%.
Ahora los investigadores planean “apilar” objetivos silenciando simultáneamente múltiples HTG en la plaga de insectos, para ver si el tratamiento combinado podría tener un mayor poder de destrucción que silenciar los HTG individuales. Más información de la investigación en BTI News.