Campo de trigoUn equipo de científicos australianos ha creado semillas de trigo biotecnológicas, que incluyen una protección frente a las plagas de hongos que asolan las cosechas del país. En concreto, la semilla está recubierta con una película con genes de una bacteria que actúan contra el hongo en cuestión, y que se activa una vez se introduce la semilla en el suelo. Esta cobertura permite además que la planta absorba mejor el fosfato del suelo, un logro muy destacable, puesto que los terrenos australianos son, por lo general, bajos en esta sustancia, según recoge la lista de distribución de noticias Agbioworld.

Las investigaciones, lideradas por el Dr. Murali Nayudu, comenzaron en 1989, motivadas por las grandes pérdidas en las cosechas de trigo en Australia, debidas a la alta incidencia de una infección provocada por un tipo de hongo en las raíces de las plantas. En los ensayos de laboratorio identificaron una línea de bacterias denominadas “Pseudomona” que atacaban a este hongo, y en los años siguientes trabajaron para aislar el gen que ocasionaba el ataque. Descubrieron asimismo que las bacterias producían componentes de benceno –tóxicos-, por lo que se esforzaron en afilar más su estudio y dar con el componente activo en cuestión.

Implicaciones en agricultura y medicina

Así, uno de los estudiantes pertenecientes al equipo de Nayudu descubrió, en 1997, que se trataba del ácido glucónico, primer azúcar simple en ser identificado como agente anti-hongos en todo el mundo. Este ácido no resulta tóxico. El equipo halló además que el ácido glucónico favorece la solubilidad del fósforo inorgánico y liberando el fosfato a la solución del suelo, algo muy relevante en los terrenos australianos, que registran un índice bajo de esta sustancia. “Este descubrimiento de un nuevo tipo de azúcar anti-hongos, no tóxico, podrían tener amplias implicaciones para la agricultura y la medicina”, subraya Nayudu.

Las líneas perfeccionadas ya no presentaban genes de resistencia a antibióticos, y su actividad se vio mejorada, gracias a que los investigadores copiaron genes de otras partes del genoma de la bacteria, en lugar de incorporar más copias del gen que incluye el ácido glucónico. Las versiones experimentales de estas nuevas líneas llevaban asimismo un gen para fluorescencia, tomado de la medusa, que permite observar mejor la actividad del gen que nos interesa.

Nayudu sostiene que los ensayos en invernaderos han mostrado ganancias en las producciones de los cultivos de más del 20%. “En los últimos cinco años hemos descubierto todos los genes requeridos para la producción de ácido glucónico, secuenciarlo, clonarlo, y hemos sido capaces de transferir los genes a otras bacterias Pseudomona que no lo producían de forma natural”, recalca. Los investigadores se encuentran ahora en la fase de finalizar las líneas más efectivas para su comercialización. El producto comprenderá el recubrimiento de las semillas de trigo con una película que incluye la bacteria de forma inactiva, preparada para activarse una vez que la semilla se planta en el suelo. Los ensayos de campo están en marcha en Estados Unidos, tanto en trigo como en otros cultivos.

Compartir en redes sociales

Array