El Gobierno australiano ha emitido una decisión que dice que no regulará el uso de técnicas de edición genética en plantas, animales y células humanas que no introducen material genético nuevo. La decisión proviene de una revisión de las regulaciones de tecnología genética del país. Los cambios entrarán en vigencia el 8 de octubre de 2019.

Anteriormente, el uso de tales tecnologías, incluido CRISPR-Cas9 para la investigación, estaba restringido en la práctica porque dichas técnicas se regían por las mismas reglas que las modificaciones genéticas convencionales, que requieren la aprobación de un comité de seguridad de biotecnología acreditado por la Oficina del Regulador de Tecnología Genética (OGTR, por sus siglas en inglés).

El órgano regulador australiano afirma que las modificaciones genéticas realizadas sin nuevo material genético no son diferentes de los cambios que ocurren en la naturaleza y, por lo tanto, no representan un riesgo adicional para el medio ambiente ni la salud humana. Las tecnologías de edición de genes que insertan material genético en la célula continuarán siendo reguladas por el OGTR.

Las regulaciones de Australia no se han revisado desde 2011, antes de que las tecnologías de edición de genes se generalizaran. Sin embargo, las regulaciones actualizadas no se aplican al uso de la edición de genes en embriones humanos para la reproducción, que está prohibido. Las enmiendas también aumentan el monitoreo de los experimentos de control genético, pero las leyes separadas cubren los productos alimenticios modificados genéticamente. Más detalles en el artículo de noticias en Nature. La información sobre la Revisión Técnica actual de los Reglamentos de Tecnología Genética está disponible en el sitio web de OGTR.

Este cambio normativo está siendo exigido también en el marco europeo:

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