Piden beneficiarse de los menores costes y mayor sostenibilidad de este producto

 

Asociaciones de agricultores, estudiantes de Agrónomos de varias universidades y productores de semillas en Brasil han llevado a cabo en los últimos días diversas iniciativas de protesta contra la demora impuesta por las autoridades del país sobre el cultivo del maíz mejorado genéticamente, y para defender su derecho a elegir la siembra de semillas biotecnológicas.

Las concentraciones han tenido lugar en Sao Paulo, Mato Grosso y otras zonas del país, como Goiania y Campo Grande.

 

Aseguran que el maíz MG garantiza una mayor productividad y es más respetuoso con el medio ambiente, y que los consumidores brasileños necesitan conocer los beneficios que implica el empleo de estos cultivos.

Los productores de maíz del estado brasileño de Mato Grosso piden ser capaces de beneficiarse de los menores costes que supone el uso de variedades biotecnológicas. Para ello, y ayudados por estudiantes de Agrónomos, repartieron en un acto público 15.000 kilos de maíz blanco, palomitas y harina de maíz entre los ciudadanos de la capital del estado, Cuitibá, como manifestación de apoyo a la aprobación de la siembra de las variedades transgénicas de este producto. Los gastos de producción de maíz en Mato Grosso varían entre los 700 y 1.000 reales por hectárea, mientras que las variedades biotecnológicas permitirían un ahorro del 30%.

“La principal ventaja es que haremos un uso menor de pesticidas tóxicos en las semillas”, destaca un agricultor de esta región, Clodoaldo Vivaldini, quien sostiene que “si hubiese utilizado maíz transgénico, seguramente habría aplicado menos productos tóxicos y agredido en menor medida el medio ambiente”. Asimismo, defiende la aprobación del uso inmediato de las semillas mejoradas genéticamente “como forma de reducir costes y mejorar nuestra competitividad en el mercado mundial”.

Por su parte, el gerente técnico de la asociación de productores de soja (Aprosoja) de Brasil, Neri Ribas, explica que el objetivo de la manifestación es “sensibilizar a la población sobre la importancia de permitir la plantación de maíz biotecnológico en Brasil”. Además, piden el apoyo de la sociedad para poder emplear OGM en la agricultura brasileña. Un futuro ingeniero agrónomo llamado Marcelo Pasqualotti destaca que el empleo de estas variedades implica menos productos tóxicos en la labor agraria, menos máquinas trabajando y un coste menor para el agricultor. “No entendemos por qué los OGMs no están todavía liberados en Brasil”. El estudiante muestra su apoyo todas las acciones que puedan traer beneficios para el sector. “En el caso del maíz transgénico los beneficios son numerosos, y no podemos ignorarlos”.

Estudiantes de Agronomía de otras universidades, como la Federal de Mato Grosso y la de Cuiabá apoyan asimismo este movimiento de defensa e información sobre los cultivos biotecnológicos, cuyos beneficios “deberían ser explicados por las autoridades”, según indica una vendedora de la zona donde se produjo la manifestación, Ana Lucía de Amorim. Brasil lidera el crecimiento en Sudamérica de cultivos mejorados genéticamente, con un aumento del 22% en 2006 con respecto al año anterior, según datos del informe del centro para la Adquisición de Aplicaciones Biotecnológicas ( ISAAA ). El país sembró 11,5 millones de soja y algodón biotecnológico, comercializado por primera vez en 2006.

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