Como broche final a la jornada titulada ‘Impacto ambiental de las variedades de maíz-Bt cultivadas en España’, celebrada el pasado mes de diciembre en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid, Foro Agrario ha redactado las conclusiones finales tras unas semanas de reflexión en las que los asistentes han enviado sus ideas para ser incluidas en el documento. El evento contó con la presencia de expertos como el Dr. Joachim Schiemann, miembro del Panel Científico sobre OMGs de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), así como de autoridades como José Abellán, Vicesecretario General Técnico del MAPA.
Entre los temas tratados en la jornada, cabe destacar el riguroso y transparente proceso de aprobación de los cultivos genéticamente modificados, gracias a la evaluación científica independiente de la EFSA y al control de la Comisión Europea. Además, el seguimiento de cada modificación genética y de cada variedad de cultivo por las autoridades españolas, establece un nivel de control y transparencia sin precedentes en la agricultura.
El texto también destaca el hecho de que tras diez años desde el inicio del cultivo comercial de productos transgénicos en España y del uso de la biotecnología, el tema aún despierta interés y debate en numerosos campos de la agricultura, la comunidad científica y los consumidores.
La importancia de este tipo de productos aumenta cada día en nuestro país. Un ejemplo de ello es que la superficie cultivada en España con variedades de maíz modificadas genéticamente (MG) ha aumentado notablemente, superando en 2007 las 75.000 hectáreas y representando cerca del 21% del total de la superficie cultivada de maíz en nuestro país.
Al igual que en otros campos de la agricultura, es necesario ampliar el conocimiento que existe sobre las variedades de cultivos transgénicos, mediante nuevos estudios y resultados. Además, es necesario fomentar la difusión de los informes científicos independientes y la mejora de los programas de comunicación a la sociedad.
Hasta la fecha, los datos referentes a los cultivos modificados genéticamente permiten afirmar que productos como el maíz Bt puede contribuir al desarrollo de una agricultura más sostenible y con menor impacto medioambiental.