UPA ANTAMA transgenicosLa Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) organizó en Aragón el pasado jueves una jornada informativa sobre ‘Agricultura competitiva y sostenible’ en la que se analizó la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) y el papel de la biotecnología agraria ante los retos del sector. En la jornada se defendió la libertad del agricultor a decidir qué cultivos sembrar en sus tierras, así como la necesidad de que existan y convivan todas las prácticas agrarias (convencional, ecológica y transgénica).

El bloque de biotecnología agraria contó con la intervención de Soledad de Juan, Directora de la Fundación Antama, quien analizó la situación de esta tecnología y criticó las políticas de la Unión Europea que prohíben cultivar transgénicos cuya importación está permitida. Resaltó así la desigualdad competitiva a la que se enfrentan los agricultores españoles y europeos de tener que luchar en un mercado en el que no juegan con las mismas herramientas que sus competidores.

En la jornada, UPA-Aragón defendió la coexistencia de cultivos convencionales, ecológicos y transgénicos, tres formas de cultivo totalmente compatibles, complementarias y necesarias. Para la organización agraria los cultivos transgénicos son una herramienta más para que el agricultor pueda hacer frente a los grandes retos agrarios que amenazan la viabilidad de su actividad.

En el bloque de biotecnología agraria también intervino el agricultor zaragozano Ignacio Eseverri (representante de la Asociación PRObio y Presidente de la Asociación Aragonesa de Agricultura de Conservación Agracón). Éste contó su experiencia con los cultivos modificados genéticamente y defendió el derecho de todo agricultor a decidir qué semillas sembrar en sus tierras. El agricultor criticó que el debate en la Unión Europea se esté basando en argumentos políticos y no en argumentos científicos.

Tras las ponencias hubo un amplio debate sobre los cultivos modificados genéticamente y los beneficios que éstos tienen para los agricultores de la zona. Conviene recordar que el Valle del Ebro es la zona de España con mayor presencia del ataque del taladro, plaga causante de grandes pérdidas en las plantaciones de maíz.

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