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Tras 14 años de empleo seguro en todo el mundo, aún hoy existen voces que se levantan contra los cultivos transgénicos atribuyéndoles efectos negativos sobre la salud humana, algo que dista mucho de la realidad. A día de hoy, los transgénicos se han convertido en los alimentos más evaluados de la historia a través de órganos científicos competentes en dichas actividades creados para tal fin.

La Unión Europea cuenta con la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA en inglés), una agencia independiente formada por un comité científico internacional cualificado en la evaluación científica de riesgo expertos en nutrición, toxicología, alergenicidad y medio ambiente. Su objetivo es el de analizar y elaborar informes sobre las nuevas variedades para así proporcionar a los políticos europeos la base científica a la hora de legislar.

La EFSA aborda competencias como la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, así como la protección animal y vegetal. El objetivo de este órgano es el de ofrecer información objetiva e independiente basada en argumentos científicos demostrables sobre los efectos a corto y largo plazo en humanos y animales al consumo de alimentos y piensos transgénicos.

Además de estos controles realizados a nivel europeo, cada estado miembro cuenta con órganos centrados en la seguridad alimenticia para garantizar así la salud pública. En España existen tres órganos en esta área de evaluación:

  • AGENCIA ESPAÑOLA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN, agencia cuyo objetivo general es el de promover la seguridad alimentaria como aspecto fundamental de la salud pública, y de ofrecer garantías e información objetiva a los consumidores y agentes económicos del sector agroalimentario español.
  • COMISIÓN NACIONAL DE BIOSEGURIDAD, órgano colegiado de carácter consultivo de la Administración General del Estado y de las comunidades autónomas. Entre sus funciones se encuentra la de realizar las evaluaciones de riesgo sobre las solicitudes de autorización que corresponde otorgar a la Administración General del Estado o a las Comunidades Autónomas.

Los alimentos transgénicos son a día de hoy los alimentos más fuertemente evaluados y los únicos, dentro del ámbito de la alimentación, en el que la salida al mercado se condiciona a una autorización sanitaria previa, análoga a la que se lleva a cabo con los medicamentos. Tras 14 años de cultivos continuados no se ha demostrado efecto negativo alguno sobre la salud humana como resultado del consumo.

Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los organismos modificados genéticamente han sido evaluados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como por OMS sin que se hayan encontrado efectos alérgicos en relación con los alimentos GM que se encuentran actualmente en el mercado”.

“En este momento no hay ni una sola evidencia de que los transgénicos sean perjudiciales para la salud, lo único que hace la biotecnología aplicada es mejorar las técnicas que se han usado desde el comienzo de la agricultura y ganadería: los cruces genéticos para hallar especies más resistentes”, explica Sir Dick Taverne, Lord inglés, político y autor del libro ‘La mancha de la sinrazón’.

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