Estados UnidosEn 2014 se sembraron 181,5 millones de hectáreas con semillas modificadas genéticamente por 18 millones de agricultores de todo el mundo. Una tecnología presente ya 28 países, de los que 20 fueron países emergentes en vías de desarrollo y 8 a países industrializados. Estados Unidos se sigue situando a la cabeza mundial con 73,1 millones de hectáreas sembradas, una tecnología agraria tan presente en el país que su renuncia podría ocasionar un grave impacto en el sector agrario y alimentario estadounidense.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Purdue (EE.UU.) han analizado qué consecuencias tendría si Estados Unidos renunciara a la biotecnología agraria. Los datos del estudio han reflejado que si esto se produjera, la producción nacional de algodón se reduciría en un 18,6 por ciento, la de maíz en un 11,2 por ciento y la de soja en un 5,2 por ciento. Para compensar esa pérdida productiva sería necesario convertir en tierras agrícolas alrededor de 102.000 hectáreas de bosque. Una cifra que asciende a 1,1 millones de hectáreas si lo cuantificamos a nivel mundial.

Los datos económicos demuestran que la eliminación de los transgénicos incrementaría los precios de los alimentos, aumentaría las emisiones de gases de efecto invernadero, y se reduciría. Sin cultivos transgénicos los precios del maíz se incrementarían hasta un 28 por ciento y el de la soja un 22 por ciento. En Estados Unidos el 89 por ciento del maíz, el 94 por ciento de la soja y el 91 por ciento del algodón es transgénico.

Algunos de los mismos grupos que se oponen a los transgénicos quieren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para reducir el potencial de calentamiento global (…) Pero no se puede tener las dos cosas. Si se quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura no se puede dar la espalda a los organismos modificados genéticamente”, afirmaba Wally Tyner, experto en economía agraria (Universidad de Purdue).

El estudio, financiado por la California Grain & Feed Association, ha sido publicado en la revista AgBioForum.

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