Científicos estadounidenses están investigando la forma de producir gasolina, diesel y combustible para aviones a partir del tabaco. Su objetivo es modificar genéticamente la planta de tabaco para producir directamente moléculas de combustible en sus hojas utilizando la energía solar. Las hojas luego serían machacadas y el combustible extraído y separado. Los científicos estiman que a partir de aproximadamente 400 hectáreas de tabaco se podrían generar más de 3,5 millones de litros de combustible.

Según recoge AgroBio, la elección del tabaco como cultivo para producir combustibles se debe a que es cultivado en más de 100 países, permite múltiples cosechas al año, posee una gran biomasa, no es comestible, y puede ser transformado genéticamente con facilidad. Para lograr este objetivo, se quiere lograr que la energía solar sea convertida en la planta en moléculas utilizables para la generación de biocombustibles.

Actualmente se está trabajando para desarrollar una planta capaz de tomar el dióxido de carbono del aire y convertirlo directamente en un combustible prácticamente listo para ser utilizado. Para conseguir este propósito, es necesario desarrollar plantas de tabaco optimizadas en la captación de CO2 y energía solar, así como en la producción de moléculas de hidrocarburos.

Para ello se usarán versiones sintéticas de genes presentes en las cianobacterias que codifican enzimas para la síntesis de alcanos, una clase de hidrocarburo. Además, se utilizarán genes de algas verdes que codifican enzimas para la síntesis de isoprenoides, otra clase de hidrocarburo. Para aumentar la captación de CO2 se utilizarán genes de cianobacterias involucrados en la incorporación de carbonato a partir del agua circundante.

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