Pese a que ciertos grupos pretendan transmitir miedo sobre la seguridad de los alimentos derivados de cultivos modificados genéticamente, la realidad es que estos productos son los más estudiados de la historia de la humanidad y por tanto completamente seguros para la salud humana.

Desde los orígenes de esta tecnología, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) han trabajado sobre este tema concediendo prioridad a la elaboración de los principios científicos de evaluación.

Todos los alimentos transgénicos que han obtenido el permiso de comercialización han sido evaluados científicamente por su contenido nutricional (también conocido como equivalencia sustancial), su alergenicidad y su toxicidad. Todos estos análisis han demostrado que estos alimentos son tan seguros como los convencionales.

Esto no implica que exista un riesgo cero con estos alimentos porque cuando hablamos de alimentación el riesgo cero no existe, independientemente de que hablemos de productos convencionales, ecológicos o transgénicos. Contradiciendo a los grupos ecologistas, existen más de 560 estudios científicos internacionales que avalan la inocuidad y seguridad de estos alimentos y más de 40 declaraciones oficiales de academias científicas que defienden su seguridad.

Habitualmente se confunde resultados de evaluaciones con productos en desarrollo con los productos disponibles comercialmente. Una cosa es la investigación en laboratorios y otra muy distinta es lo que llega a comercializarse. Si un producto transgénico albergara algún riesgo para la salud humana o el medio ambiente nunca podría ser comercializado.

Llevamos 17 años de empleo seguro de estas semillas y alimentos sin que se haya registrado ni un solo caso de riesgo en todo el mundo. Las agencias regulatorias de todo el mundo han evaluado la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud y la protección del medio ambiente antes de permitir la comercialización de los cultivos transgénicos.

Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los organismos modificados genéticamente han sido evaluados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como por OMS sin que se hayan encontrado efectos alérgicos en relación con los alimentos GM que se encuentran actualmente en el mercado”.

[Fuente: ChileBio]

http://chilebio.cl/blog/?p=1508

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