La Comisión Europea (CE) está estudiando posibles acciones contra la decisión de Francia de prohibir temporalmente el cultivo de maíz modificado genéticamente, según indicó a la Agencia Efe el portavoz comunitario de Sanidad y Consumo, Frédéric Vincent. La decisión se produce después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyera esta semana que no hay evidencias científicas que justifiquen esa medida.

La decisión de la CE se apoya tanto en el dictamen de la EFSA que rechaza las pruebas presentadas por Francia justificando la prohibición como en el hecho de que el maíz MON810 está sujeto a un procedimiento de renovación, en el marco de la normativa europea sobre organismos modificados genéticamente.

El pasado marzo Francia prohibió temporalmente el cultivo de maíz transgénico MON810 argumentando riesgos asociados a dicho cultivo. La EFSA emitió un dictamen el pasado lunes que afirma que el Gobierno francés no ha presentado ninguna prueba científica sobre la existencia de riesgos para la salud o el medio ambiente ligados a estos cultivos, por lo que esta medida restrictiva y de emergencia no está justificada.

La legislación europea establece que un Estado miembro únicamente puede prohibir el cultivo, consumo o comercialización de organismos modificados genéticamente cuando exista una situación real de riesgo para la salud humana o animal o para el medio ambiente.

El dictamen de la EFSA se suma a la declaración de noviembre de 2011 del Consejo de Estado francés, órgano consultivo supremo del gobierno, en el que catalogaba de ilegal la prohibición del cultivo de transgénicos impuesta en Francia en 2008 en base a la cláusula de salvaguarda. En septiembre de 2008 el Tribunal de Justicia Europeo (TJE) también catalogó esta restricción de ilícita.

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