Graham Brooks, autor del informeLos cultivos biotecnológicos han proporcionado grandes beneficios a los agricultores que los siembran, así como para el ser humano y animales, en cuestiones de salud, gracias a la mejora de la calidad de los granos y en el medio ambiente, asociada ésta última con un menor empleo de insecticidas. Así concluye un estudio realizado en Gran Bretaña por la consultora independiente PG Economics, que refleja que en España se obtienen mejoras en la productividad de hasta un 15% si se cultiva maíz mejorado genéticamente, gracias a su protección contra la plaga de taladro.

“Tanto los agricultores, consumidores y el medio ambiente obtienen beneficios con la adopción de esta tecnología. Existe además algo irónico, y es que a base de ignorar ampliamente su aplicación en la UE, no estamos negando a nosotros mismos esos beneficios”, asegura Graham Brooks, director de PG Economics y autor del estudio. Este informe ofrece la primera mirada comprensiva y cuantificable sobre el impacto de la producción de maíz mejorado genéticamente contra la plaga del taladro (Bt) en la UE desde 1998, cuando las primeras variedades comerciales fueron cultivadas en España.

El informe, titulado Beneficios de la adopción del maíz modificado genéticamente para resistencia a insectos (Bt) en la UE: primeros resultados de cultivos desde 1998-2006, concluye que en las regiones en las que el maíz está afectado por la plaga de taladro, el cultivo de maíz Bt ha permitido producciones más elevadas en comparación con el maíz convencional, no modificado genéticamente. El promedio del beneficio productivo ha sido mayor del 10%, y algunas veces, incluso mayor. Además, en 2006 los cultivadores de maíz Bt han ganado beneficios económicos cifrados en un promedio de entre 65 y 141 € por hectárea. Esto equivale a una mejora en la rentabilidad de entre un 12% y un 21%.

España

En las áreas españolas con una alta incidencia de la plaga de taladros se registran unas mejoras en la producción de un 10% como media, tras el uso de insecticidas, que asciende al 15% si para paliar esta plaga se siembra maíz biotecnológico Bt. El nivel de productividad resulta más moderado en las regiones o épocas de menor infestación por taladros. El estudio de Graham Brookes se hace eco asimismo de las conclusiones obtenidas por los investigadores Manuel Gómez Barbero y Emilio Rodríguez-Cerezo, del JRC -el centro de investigación dependiente de la Comisión Europea-, quienes identificaron en un trabajo de 2006 que los agricultores que siembran maíz Bt cifran aumentos en sus beneficios, ligados a la mejor productividad de sus cosechas, hasta en un 14%, sobre todo en Aragón y Cataluña.

El estudio revela asimismo que en algunas regiones el maíz Bt ha permitido mejoras destacables en la calidad del grano, a través de reducciones significativas en los niveles de micotoxinas halladas en los granos. Esto ofrece un beneficio para la salud al sector ganadero, que es el que mayoritariamente consume el maíz –aunque también podría estar disponible para el sector de la alimentación humana-. Por último, destaca que allá donde los agricultores han empleado previamente insecticidas para controlar las plagas de taladros, la adopción de la tecnología Bt ha proporcionado ganancias medioambientales gracias a un menor empleo de insecticidas y de combustibles. Un uso reducido de combustibles contribuye a reducir las emisiones de carbono.

La autora de este estudio, PG Economics Limited, creada en 1999, es especialista en proporcionar consejos y servicios de consultoría a industrias agrarias y otras basadas en los recursos naturales. Sus áreas específicas de especialización son la biotecnología de plantas y los sistemas de producción agrícolas, así como los mercados y políticas agrarios.

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