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Inaugurando el ciclo de conferencias sobre edición genética vegetal, organizado por la Casa de la Ciencia del CSIC en la Comunidad Valenciana y la Fundación Antama, José Pío Beltrán, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV), analizó el panorama de los cultivos transgénicos en la era de la edición genómica. Coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación, el científico explicó el papel que juega a biotecnología agraria ante los retos que plantea el incremento poblacional y el crecimiento de la demanda alimentaria derivado.

Según datos de la FAO, en 2018 un total de 825 millones de personas pasan hambre o sufren malnutrición, mientras más de 650 millones son obesos y 1.900 millones tienen sobre peso. “Para alimentar a 9.000 millones de personas en 2050 con los sistemas de producción actuales habrá que aumentar la producción de alimentos un 60%, el consumo de energía un 50% y el consumo de agua un 40%”, explica Pío Beltrán. Ante este reto la agricultura industrializada es muy potente, pero tiene una huella medioambiental importante. Es clave conseguir producir más con menos. “Ese equilibrio entre seguridad alimentaria y sostenibilidad es lo que deberíamos conseguir”.

TRANSGÉNICOS Y NUEVAS TÉCNICAS DE EDICIÓN GENÉTICA

Dentro de la agricultura industrializada están los cultivos transgénicos, que permiten producir más con menos superficie de cultivo. El 11% de los cultivos globales a día de hoy son transgénicos, aunque la mayoría de este porcentaje corresponde al maíz, la soja, la colza y el algodón. “Si me preguntaran qué alimentos son los más seguros diría que los transgénicos, sin ninguna duda, son los alimentos más estudiados y más analizados de la historia de la humanidad”, afirmaba rotundo Pío Beltrán.

Analizando la situación europea, el científico afirmó que si investigas países europeos antitransgénicos como Francia, te das cuentas de que tienen una industria de producción de semillas tradicionales muy potente y que no quieren competencia. “Esas mismas empresas están financiando campañas en contra de los transgénicos”, resalta. En esta línea rechazó el dictamen del Parlamento Europeo que somete a las nuevas técnicas de edición genética (CRISPR) a la regulación de los transgénicos, cuando son dos cosas diferentes. “CRISPR es una tecnología al alcance de cualquiera y puede resolver problemas importantísimos en alimentación.” A continuación tenéis la ponencia completa de José Pío Beltrán.

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