En el marco de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) celebrada el pasado 14 de marzo en Madrid, el científico y divulgador científico José Miguel Mulet afirmó que “la enloquecida moda de pretender comer los mismos alimentos que comían nuestros abuelos no tiene nada que ver con la salud y desvela mucha ignorancia científica”. Como ejemplo de desconocimiento común se insistió en los transgénicos, “de los cuales la ciencia no tiene la menor evidencia científica de que sean perjudiciales; sin embargo, sin el menor rigor científico, algunos asustan a la población esparciendo temores infundados”.

Mulet explicó que se da la paradoja de que en Europa pueden usarse medicamentos transgénicos y, sin embargo, está prohibido producir alimentos por medio de esta técnica. De hecho, 3 millones de españoles con diabetes “se inyectan cada día insulina producida con una levadura transgénica y gracias a eso pueden vivir, pero no pueden comer alimentos transgénicos producidos en Europa, lo que es una contradicción y un sinsentido”.

Además, el experto puso de manifiesto que los agricultores europeos están en situación de desigualdad “porque políticos y legisladores prefieren estar más pendientes del voto que de conocer la verdad científica”. Se produce así “la paradoja de que Europa importa 91 variedades transgénicas y, sin embargo, a sus agricultores solo se les permite cultivar una, con lo que compiten en inferioridad de condiciones con respecto a los de otras áreas del mundo”, explicó.

En la mesa redonda, que clausuró la Asamblea General de ANOVE, también participaron Juan Ignacio Senovilla (Alianza para la Agricultura Sostenible), Eduard Fitó (presidente de la Internacional Seed Federation) y Julián Tío (Confederación de Consumidores y Usuarios), quienes coincidieron en subrayar la responsabilidad que tienen los medios de comunicación en proporcionar a los ciudadanos divulgación científica rigurosa evitando la difusión de bulos y tópicos acerca de la alimentación. En la mesa redonda también se habló sobre CRISPR/Cas, otro ejemplo de cómo los legisladores acostumbran a desoír los criterios de la comunidad científica, según lamentaron los participantes.

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) aglutina 56 empresas y centros de investigación. Son prácticamente la totalidad de los productores de semillas, que ponen en el mercado más del 95% de las variedades utilizadas en los principales cultivos: 99% de hortícolas, 85% de frutos rojos, 90% de frutas dulces, 100% de maíz, 100% de remolacha, 90% de cereal, 90% de girasol o 80% de algodón. Durante la Asamblea se hizo especial hincapié en la necesidad de comunicar a la sociedad el valor del conocimiento y la innovación varietal, dando a conocer las aportaciones de la obtención y el esfuerzo que las empresas obtentoras están realizando en I+D.

Antonio Villarroel, Secretario General de ANOVE, subrayó que la obtención vegetal es una actividad “imprescindible” que consigue mejorar las actuales variedades vegetales y desarrollar otras nuevas por medio de “una apuesta decidida por el conocimiento y una constante inversión en investigación”.

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