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Un equipo de investigadores de la Universidad de Australia Occidental (UWA) dirigido por el profesor Timothy Colmer ha hecho un gran avance en investigación que podría ayudar notablemente a la mejora genética para el desarrollo de plantas capaces de vivir en suelos salinos. Los científicos, que trabajaron con el Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas (ICRISAT), analizaron si el efecto de la salinidad sobre los procesos reproductivos del garbanzo afecta directamente a la concentración de iones en tejidos específicos.

Hasta la fecha se creía que la acumulación de iones de sal en las estructuras reproductivas de la planta del garbanzo se debía a su sensibilidad a la sal y a la concentración del suelo en el que se desarrollaba el cultivo. Los resultados obtenidos por los investigadores australianos han demostrado que esta teoría es incorrecta.

Los científicos compararon y analizaron los primeros tejidos reproductivos del desarrollo de los óvulos y las vainas entre una variedad tolerante a la salinidad (Genesis836) y una variedad sensible a la sal (Rupali). Ambas variedades fueron sometidas a diferentes concentraciones de cloruro de sodio aplicadas al suelo. Los investigadores no encontraron ninguna diferencia en la acumulación de sodio o cloruro entre los genotipos contrastados.

“Este es el primer análisis detallado de las concentraciones de iones en células específicas de las estructuras reproductivas de plantas sometidas a estrés salino (…) Nuestros resultados, junto con otros experimentos sobre las respuestas de la fotosíntesis y de suministro de azúcar en la formación de la semilla en condiciones salinas, son muy importantes para comprender la tolerancia a la sal de cultivos como el garbanzo”, reconocía Timothy Colmer.

[FUENTE: Universidad de Australia Occidental]

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