Tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han resaltado en repetidas ocasiones el valor de la biotecnología para producir alimentos de forma segura y sostenible para una población en constante crecimiento. Aquí tenéis un resumen de lo que dice cada organización sobre el tema y al final del texto los enlaces donde encontrar los textos originales donde se menciona.

Especial biotecnologia FAOLA OPINIÓN DE LA FAO

La FAO en su página web dedica una sección especial a la biotecnología en la que destaca su valor así como que aún los desarrollos en biotecnología se tienen que enfocar más en ofrecer beneficios a los pequeños agricultores, productores y consumidores.

En esta línea la FAO afirma que “cuando se integra debidamente con otras tecnologías para la producción de alimentos, productos y servicios agrícolas, la biotecnología puede ser una ayuda importante para satisfacer las necesidades de una población en expansión y cada vez más urbanizada”.

“La biotecnología se aplica de forma creciente en la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la pesca, la acuicultura y la agroindustria para aliviar el hambre y la pobreza, contribuir a la adaptación al cambio climático y mantener la base de los recursos naturales (…) La biotecnología es mucho más que los OMGs. Abarca una amplia gama de tecnologías tradicionales y de vanguardia”, reconoce la FAO.

Además llama la atención sobre la necesidad de optimizar los desarrollos “en vista del cambio climático y otros factores que amenazan a recursos naturales como la biodiversidad, la tierra y el agua, que son esenciales para la producción de alimentos y la agricultura, incluyendo la silvicultura y la pesca.”

En este panorama, la FAO adopta el compromiso de favorecer el impulso de la biotecnología y la optimización de su valor con las siguientes medidas:

El asesoramiento jurídico y técnico. La FAO ya ha prestado asistencia a Bangladesh, Paraguay y Sri Lanka en el desarrollo de sus políticas y estrategias nacionales de biotecnología; la ayuda a desarrollar sus capacidades en biotecnologías agrícolas a través de la cooperación técnica y capacitación; el acceso a información de alta calidad, actualizada, equilibrada y con base científica (contenidos digitales, conferencias por correo electrónico o boletines informativos); y la puesta a disposición de un foro neutral para debatir cuestiones técnicas y de políticas relacionadas con la biotecnología.

Página web de la FAO


LA OPINIÓN DE LA OMS

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que “los alimentos modificados genéticamente actualmente disponibles en el mercado internacional han pasado las evaluaciones de seguridad y es improbable que presenten riesgos para la salud. No existen efectos demostrados en la salud humana como resultado del consumo de dichos alimentos”.

Y matiza, “generalmente el consumidor considera que los alimentos convencionales son seguros, pero cada vez que se desarrollan nuevas variedades para uso alimentario usando métodos tradicionales se pueden alterar algunas de las características del organismo, de forma positiva o negativa“.

Por ello la OMS resalta la importancia de los controles de seguridad tanto se trate de metodología biotecnológica o convencional. “Se han establecido sistemas específicos para la evaluación rigurosa de los organismos modificados genéticamente y los alimentos modificados genéticamente en relación a la salud humana y el medio ambiente. Evaluaciones similares no se llevan a cabo para los alimentos convencionales. De ahí que actualmente exista una diferencia significativa en el proceso de evaluación antes de la comercialización de estos dos grupos de alimentos.”

Profundizando el las nuevas variedades de plantas transgénicas, la OMS destaca como beneficio la mejora de la protección de cultivos a través de introducción de resistencia a enfermedades de las plantas causadas por insectos o virus, o por medio de una mayor tolerancia a herbicidas.

“Los cultivos transgénicos resistentes a insectos han demostrado que requieren menores cantidades de insecticidas en situaciones específicas, por ejemplo, donde la presión de plagas es alta. (…) La resistencia a virus hace que las plantas menos susceptibles a enfermedades causadas por tales virus, lo que resulta en rendimientos de las cosechas más altos,” explica la OMS.

Página web de la OMS

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