El proyecto europeo de investigación GMSAFOOD (Genetically Modified Organisms Safety and Post Market Monitoring) lleva tres años estudiando los alimentos transgénicos y su efecto en la salud, sin que hayan encontrado ni un solo efecto negativo del consumo reiterado de estos productos ni para el ser humano ni para los animales. Los científicos investigaron los posibles riesgos asociados a la alimentación con el maíz transgénico MON810.

Según recoge ChileBio, el estudio se basó en el uso de biomarcadores para llevar una búsqueda más exhaustiva de los posibles efectos de los alimentos derivados de cultivos transgénicos. Los biomarcadores son características biológicas de un organismo que se pueden medir de manera objetiva y pueden indicar posibles procesos anormales en el cuerpo.

El estudio, llevado a cabo por investigadores de Irlanda, Noruega, Austria, Hungría, Australia y Turquía, usó el maíz transgénico MON810, variedad autorizada para su cultivo en la Unión Europea desde 1998 y cuya siembra en 2011 rondó las 100.000 hectáreas sólo en España. Las investigaciones no encontraron ningún cambio negativo en el metabolismo de los sujetos estudiados (cerdos, salmones y ratones). La progenie de los animales alimentados con las plantas transgénicas también se incluyeron en la evaluación, sin que se encontraran efectos negativos.

Este estudio viene a reiterar la seguridad de estos alimentos, productos que desde hace años se consumen libremente en Estados Unidos sin que se haya producido problema alguno. A día de hoy no existe ninguna evidencia científica que indique que los productos derivados de cultivos transgénicos autorizados podrían causar efectos adversos a la salud de animales o seres humanos.

Compartir en redes sociales