cerebro oposicion OMGsInvestigadores estadounidenses de la Universidad de Florida y la Universidad Estatal de Oklahoma han llevado a cabo un estudio para determinar el efecto de la información científica sobre la percepción de los alimentos modificados genéticamente y el cambio climático. El estudio, en el que han participado 961 personas residentes en los Estados Unidos, concluye que hay una parte de consumidores que rechazan los transgénicos aunque se les presente información científica que avale su seguridad. Alrededor del 12% de los encuestados dijeron que estaban seguros de que los OMGs eran menos seguros pese a que acababan de recibir información científica sobre su seguridad.

Según el estudio, la asimilación de la información científica ofrecida depende de las creencias anteriores y que el fracaso de que el consumidor no conecte con los nuevos conocimientos es el resultado de varios factores, incluyendo la malinterpretación de la información, las correlaciones ilusorias, la selección interesada de los contenidos, los problemas al procesar la información, la afiliación política, y la función cognitiva.

Este estudio complementa los resultados de publicado el pasado mes de mayo en el que se concluía que la oposición social a los OMGs respondía únicamente a motivos emocionales. El estudio, realizado por filósofos y científicos belgas de la Universidad de Gante, afirmaba que la oposición a los OMGs se debía a la susceptibilidad del cerebro humano al rechazo provocado por representaciones negativas. Un estudio cognitivo apuntaba a los grupos ambientalistas como el origen de la imagen negativa de la biotecnología agraria y alimentaria al usar representaciones negativas que apelan directamente a las emociones dejando de lado la realidad científica.

>> COGNITIVE BIASES IN THE ASSIMILATION OF SCIENTIFIC INFORMATION ON GLOBAL WARMING AND GENETICALLY MODIFIED FOOD <<

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