Para maximizar el rendimiento de los cultivos, los agricultores necesitan un suelo rico en nutrientes que albergue microorganismos que favorezcan el crecimiento de las plantas. Un suelo rico que contenga material orgánico capaz de mejorar la estructura del suelo y la retención de humedad. Pero en los últimos 150 años el planeta ha perdido la mitad de sus suelos fértiles a través de una mala gestión, de la degradación y la erosión.

La agricultura sin labranza de siembra directa está ayudando a revertir parte del año. El suelo agrario está recuperando su fertilidad gracias al uso de cultivos biotecnológicos y productos fitosanitarios para el control de malezas. En esta infografía de CropLife se analiza cómo a siembra directa está ayudando a los agricultores a producir con mayores rendimientos mientras que son capaces de hacer frente a los retos del cambio climático e incrementar sus beneficios.

Conservación de los suelos

 

[FUENTE: CropLife Latin America]

Compartir en redes sociales