Según demandó a finales de año el Ministro de Alimentación y Medio Ambiente del Reino Unido, Lord de Mauley, los agricultores británicos deben tener garantizado el acceso a los cultivos modificados genéticamente ya que éstos son una herramienta clave ante los retos agrarios y alimenticios del futuro y han demostrado ser completamente seguros para la salud y el medio ambiente.

Así de contundente se mostró el Ministro en su discurso de presentación del nuevo informe sobre prioridades en investigación agraria. En esta línea también criticó que la legislación europea está frenando el impulso de la investigación de cultivos transgénicos, un nuevo modelo agrario del que ya se benefician  16,7 millones de agricultores de 29 países de todo el mundo.

En esta línea agregó que “en parte, esto se debe a la indebida lentitud de los procesos de aprobación existentes en la Unión Europea, que frena la inversión y la innovación en esta tecnología. Necesitamos un sistema europeo más eficaz y que se base en una valoración objetiva de los efectos que pueden tener los transgénicos.”

A finales de 2012 la Unión Europea acumulaba retrasos acumulados de más de 44 años en aprobación de cultivos transgénicos. Los políticos europeos evitan tomar decisiones en esta área pese a que los transgénicos ya hayan sido declarados seguros por los órganos científicos competentes.

Estas declaraciones se suman a la creciente aceptación pública de los cultivos transgénicos en Reino Unido. Según se desprende de una encuesta realizada por ComRes para el periódico The Independent en 2012, la sociedad británica cree que el Gobierno debería permitir la investigación con cultivos transgénicos para reducir las aplicaciones de plaguicidas por los agricultores.

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