[Fotos UIMP: Juan Manuel Serrano Arce]

En el marco del curso de verano sobre calidad y seguridad alimentaria de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Roberto García Torrente, Director de Innovación Agroalimentaria de CAJAMAR, analizó el sector agroalimentario, su historia, sus desafíos y sus horizontes. Una charla en la que resaltó el reto constante del ser humano de producir alimentos suficientes para todos, un desafío que existe desde que el hombre inventó la agricultura hace 10.000 millones de años. Un sector que hoy afronta la dificultad de incorporar jóvenes al campo y de acercar la realidad de la agricultura y la ganadería a la sociedad general.

Roberto arrancó su exposición resaltando que la agricultura es la primera actividad productiva de supervivencia del hombre y recordando que la humanidad siempre ha tenido el mismo gran reto: alimentar a una población en constante crecimiento. Un desafío en el que la innovación ha jugado un papel clave, permitiendo que el hombre se haya podido dedicar a otras actividades que no sean la producción de alimentos. “Antes, la principal actividad económica en el mundo era la producción de alimentos. Mientras que en 1950 el 50% de la población se dedicaba a la producción de alimentos, en 2017 esta cifra fue solo del 26,5 %. Esto ha permitido un importante desarrollo tecnológico en otros sectores”.

Pero pese a que la producción de alimentos se haya optimizado al máximo, la sociedad actual vive al margen de la agricultura sin se consciente del valor que tiene para la supervivencia. “Cada vez hay más distancia entre el productor y el consumidor. Además, se ha transmitido una imagen negativa de nuestro sistema productivo, una visión distorsionada en la que la sociedad quiere que dejen de existir los agricultores porque perjudican al medio ambiente”, recordó.

Por todo ello, todos los sectores implicados en la alimentación son los primeros que deben trabajar en cambiar esta imagen. Roberto recordó que los sectores implicados en la alimentación representan el 10% del PIB español, resaltando que “tenemos un sector muy competitivo, que es el principal sector exportador de España: el 17% de las exportaciones totales son del sector agroalimentario.”

Un sector que también se enfrenta ahora al reto de incorporar jóvenes que se dediquen a la agricultura. En 2016 sólo el 6,9% de los agricultores españoles tenía menos de 40 años. Desde el punto de vista de Roberto, el futuro del sector español incluye una “integración vertical total entre todo el sector en todas sus fases: productores, comercializadores y distribuidores. Tenemos que trabajar todos conjuntamente para ser lo más competitivos posibles.”

Roberto concluyó reconociendo que “el reto del sector va a seguir siendo el mismo en los próximos años: producir alimentos para todos. Para conseguirlo tendremos que tirar menos alimentos (un tercio de los alimentos producidos se tiran hoy en día), apostar por la bioeconomía (hay que intentar optimizar los recursos naturales que tenemos), impulsar la biotecnología (el factor más importante para incrementar la producción).

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