Un reciente estudio publicado en AgBioForum (Diario de Gestión y Economía de la Agrobiotecnología) revela que el 61% de los agricultores griegos sembraría maíz modificado genéticamente en sus campos si Grecia levantara la prohibición de su cultivo. El Gobierno griego prohibió el cultivo de maíz transgénico Bt acogiéndose a la cláusula de salvaguarda incluida en la normativa de la Unión Europea.

En términos de beneficios del maíz transgénico, el 56% de los encuestados afirma que apostaría por las semillas modificadas genéticamente si éstas costaran lo mismo que las convencionales. El 68% de los encuestados afirma que sembrarían estas variedades para reducir los costes derivados de la pérdida de producción.

El estudio concluye que no existe argumentación científica para el rechazo de los cultivos transgénicos, por ello tanto Grecia como el resto de países de la Unión Europea deberían apostar por esta tecnología.

Pese a la opinión de los agricultores y a las evidencias científicas, el Gobierno griego sigue facilitando información a sus ciudadanos sobre supuestos riesgos de los cultivos transgénicos e impacto sobre el medio ambiente.

Los riesgos en los que sustentó su prohibición fueron rechazados en 2008 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) por lo que la Comisión Europea exigió en 2009 al país griego que levantara la prohibición. Grecia mantiene aún a día de hoy la prohibición pese a que la medida no tenga ninguna justificación científica.

Compartir en redes sociales