especial-isaaa-alergiasEl International Service for the Acquisition of Agri-Biotech (ISAAA) ha publicado un nuevo especial en el que se desmonta el mito que relaciona el consumo de alimentos transgénicos con el incremento de alergias en el hombre. Un documento en el que se reconoce que no existen cultivos transgénicos comercialmente disponibles que contengan alérgenos nuevos. Las rigurosas pruebas y la regulación implementada garantizan a los consumidores que todos los cultivos transgénicos disponibles en el mercado no presenten riesgo de alergia, a menos que la contraparte convencional contenga alérgenos naturalmente.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) establecieron el Codex Alimentarius, un “Código Alimentario” sobre normas alimentarias internacionales, directrices, así como códigos de prácticas para la seguridad, calidad y La equidad del comercio internacional de alimentos. Ambas organizaciones declararon en un informe sobre la evaluación de la alergenicidad de los alimentos MG que:

“… las características de los nuevos productos génicos (proteínas) deben evaluarse a la luz de sus similitudes con los alérgenos alimentarios y ambientales conocidos. Además, si un examen de los alimentos MG en comparación con su contraparte convencional revelara la presencia de nuevas proteínas no intencionales, resultantes de los eventos de transformación, estas nuevas proteínas también deben ser evaluados para su posible alergenicidad utilizando un enfoque similar.”

Por lo tanto, la prueba de los alérgenos se lleva a cabo al comienzo del desarrollo de los cultivos transgénicos y durante toda la fase de investigación. Los científicos prueban si las proteínas del cultivo MG coinciden con un alérgeno conocido. Si las pruebas concluyen que el cultivo transgénico tiene un potencial alergénico, entonces el desarrollo de ese cultivo se detiene por completo. Por otra parte, si no hay una proteína que coincida con un alérgeno conocido, la investigación continúa, pero el nuevo rasgo se controla continuamente para determinar el potencial alergénico.

El único caso documentado en el que las pruebas de alergenicidad resultaron positivas fue durante el desarrollo de una soja transgénica con mejor calidad nutricional usando una proteína de nuez de Brasil. La proteína se identificó como un alérgeno en la variedad transgénica, lo que llevó a los científicos a detener la investigación. La variedad de soja biotecnológica no llegó nunca al mercado.

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Pocket K No. 53: Anti-Allergy Biotech Crops

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