informacion geneticaEl injerto es una práctica agrícola que se remonta casi 3.000 años, cuando la sociedad se dio cuenta de que la adhesión de una rama cortada de una planta a otra podía mejorar la calidad de dichos cultivos.

Recientemente, un estudio realizado por investigadores británicos del Instituto Salk y la Universidad de Cambridge han demostrado que las plantas injertadas comparten rasgos epigenéticos. El equipo de científicos descubrió que las dos plantas, tanto el injerto como la planta receptora, mantienen sus genomas originales y no comparten ADN, pero la información epigenética sí se comunica dentro de la planta.

Los investigadores han seguido el flujo de información epigenética centrándose en las moléculas conocidas como RNAs (sRNAs). Los investigadores diseñaron un experimento de injerto con tres variaciones de Arabidopsis: dos variedades de tipo salvaje y una tercera variedad modificada creada para carecer de cualquier tipo de sRNAs. Después de cada injerto, los investigadores observaron que las plantas estaban transmitiendo epialelos. También encontraron que miles de fracciones del genoma del Arabidopsis fueron silenciados por las sRNAs.

“El injerto es algo que se hace a menudo en el mundo comercial, y, sin embargo, realmente no entendemos por completo las consecuencias para las plantas”, afirma Joseph Ecker, uno de los autores principales del documento. “Nuestro estudio muestra que la información genética está fluyendo en realidad de una planta a la otra”, resalta.

El equipo concluye que los efectos epigenéticos del RNA móvil son propensos a ser mayores con las plantas de cultivo que en las especies usadas en el estudio. Los dos grupos de investigación están planeando expandir la investigación y explorar estos efectos en los tomates y otros cultivos.

[FUENTE: Salk News]

 

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