El mayor productor africano de algodón, Burkina Faso, lanzará algodón transgénico al mercado en junio de 2007, en un intento de incrementar la producción y contrarrestar la vulnerabilidad de estas plantas a las plagas que las asolan, según recoge la lista de noticias AgBioworld.

Burkina expuso sus ensayos con algodón Bt, modificado genéticamente, en 2003. La producción de algodón implica el 60% de los ingresos del país y emplea a cuatro millones de personas. Los productores esperan que el algodón transgénico permita un aumento del 30% de la producción por hectárea y que se reduzca el uso de insecticidas, según aclaró el director de la Sociedad de Fibras y Textiles de Burkina (Sofitex), Celestin Tiendrebeogo.

“No existe ningún obstáculo que impida la entrada de transgénicos en Burkina. Se planeaba que entrara en 2008, pero las autoridades prefieren que salga en 2007”, dijo Celestin Tiendrebeogo. “Esta nueva tecnología reducirá los costes de producción para los agricultores y eliminará los depredadores del sector del algodón”, añadió el Ministro de agricultura del país, Salif Diallo.

Entre los problemas que dificultan a los agricultores de Burkina Faso el cultivo le algodón, figuran las orugas que consumen las hojas y destruyen las cápsulas. Durante años de presencia acusada, estas plagas pueden aniquilar todos los esfuerzos del productor. Además, el uso de fitosanitarios supone el gasto de varios millones de euros cada año, sólo en plaguicidas. Frente a esto, el algodón Bt permite reducir el número de tratamientos de 6 a 2 ó 3 veces menos y disminuir los riesgos vinculados a la utilización de plaguicidas químicos peligrosos, que forman parte de la polución medioambiental. Hasta ahora, no existen evidencias que demuestren que el algodón Bt pueda resultar nocivo.

El uso de fitosanitarios plantea muchísimos problemas de contaminación del agua, de destrucción de la fauna útil, de la salud humana y animal, mientras que las plantas transgénicas ofrecen una mejor flexibilidad en la gestión del ecosistema entre los productores y las cosechas más sanas -productos agrícolas con menos plaguicidas- para los consumidores. Asimismo, el uso de transgénicos permite economizar el tiempo y el trabajo humano. Agricultores de la región sudafricana de Makhatini, donde el 90% de ellos cultiva algodón transgénico, aseguran que “con algodón Bt, se pueden aumentar los rendimientos reduciendo los tratamientos químicos” y, de esta forma, se “dispone más tiempo para otras actividades”.

Las ventajas de la utilización del algodón Bt resultan esperanzadoras en los planos económico, social, ecológico y científico. Es evidente que la utilización de los productos transgénicos aporta ventajas significativas para los países que los adoptan. Estas modernas formas de cultivo ya han demostrado su capacidad de aumentar los rendimientos de las cosechas, reducir los costes de producción, incrementar las rentas y ayudar a proteger el medio ambiente. Por ahora, Burkina Faso ha optado por el algodón Bt para responder a una preocupación superior, que es la de salvar la hilera algodonera y con ello, la supervivencia de millones de productores.

En 2005, la superficie global cultivada con plantas transgénicas se estimó en 90 millones de hectáreas, lo que implica un aumento del 11% con respecto al año anterior.

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