El asesor en biotecnología del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Jack Bobo, reconoció en un seminario del Chartered Institute of Marketing celebrado en Londres a finales de febrero que la Unión Europea no puede seguir ignorando los beneficios de los cultivos modificados genéticamente (MG) y que “necesitará de una crisis alimentaria para ser consciente de sus beneficios”. En su intervención, el experto resaltó que los alimentos MG son vitales para garantizar la seguridad alimentaria y económica del continente.

En esta línea, Jack Bobo hizo hincapié en que la biotecnología aplicada a la agricultura y a la alimentación permite mejorar los rendimientos de los cultivos y ofrecer alimentos más nutritivos, a la vez que se practica una agricultura más sostenible que requiere menos uso de fitosanitarios y recursos limitados como el agua y el suelo.

Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unida para la Agricultura y la Alimentación (FAO) la producción de alimentos tendrá que crecer un 70% de aquí a 2050 para poder alimentar a los más de 9.500 millones de personas que habitarán el planeta en esa fecha, un reto ante el que los cultivos MG juegan un papel clave.

“Desde que el mundo alcanzó un pico en el número de niños que se supera cada año, las decisiones alimentarias tomadas desde entonces son las más importantes tomadas nunca en alimentación”, resaltó Jack Bobo. También añadió que para dar alimento a la población actual y futura es necesario apostar por todas las técnicas existentes, tanto la ecológica como la convencional y la transgénica, ya que cada una cumple una función específica.

Aunque resaltó la agricultura ecológica, Jack Bobo explicó que “si en Estados Unidos toda la agricultura fuera ecológica no tendríamos superávit productivo para exportar”. Sobre la Unión Europea criticó su dependencia de importaciones de países que apuestan libremente por los cultivos MG. Europa “debe ser consecuente con sus decisiones (…) La superficie que necesita Europa fuera de sus fronteras para alimentar a su población es la equivalente a la superficie de Alemania, reflejo de sus decisiones tecnológicas”.

Compartir en redes sociales