José María Sumpsi, subdirector general del Departamento de Cooperación Técnica de la FAO apostó por aumentar la productividad en la UE para hacer frente a la escasez de stocks alimentarios mundiales en una conferencia magistral organizada  la Fundación Ramón Areces el pasado 19 de enero

José María Sumpsi analizó en su charla las causas, consecuencias y soluciones de la actual crisis global de la agricultura y la alimentación que comenzó en 2007 y alcanzó su cota máxima en julio de 2008, mes en el que los alimentos básicos alcanzaron el pico máximo de precios.

Según Sumpsi, el stock de alimentos básicos, como los cereales “se encuentra en cotas mínimas”, por lo que es necesario hacer un esfuerzo por abastecer de forma coordinada a aquellos países que más lo necesitan. Esto supone aumentar la productividad todo lo posible y de forma sostenible recurriendo a todas las nuevas tecnologías disponibles.

El alto funcionario de la FAO abogó por una revisión racional y pausada de la PAC a medio plazo, “porque la agricultura europea necesita y debe producir más”. “Si queremos dar de comer a 9.000 millones de personas en 2050 tenemos que duplicar la producción agraria”.

Sumpsi advirtió que este problema alimentario no es coyuntural, y que corre peligro de quedar eclipsado por la crisis financiera mundial, por lo que no hay que bajar la guardia. “Por otro lado, de esta crisis han salido dos consecuencias positivas. La primera es que los Gobiernos se han dado cuenta de que habían tenido muy olvidada a la agricultura. La segunda es que ha habido una colaboración pionera entre las agencias de colaboración internacionales”, comentó.

Según José María Sumpsi, la consecuencia más relevante que se puede extraer de esta crisis alimentaria es “que el mundo se enfrenta a crisis globales pero no hay mecanismos de solución globales, sino locales”. Por otro lado, otro problema añadido es la falta de medios financieros para reaccionar de inmediato y poder aliviar la situación de los países más desfavorecidos. Otra de las características más relevantes de la actual crisis alimentaria es su carácter multifactorial, ya que no se ha llegado a un acuerdo concreto sobre las causas, ya que son muchas y complejas.

“Una lección importante que hemos aprendido con la crisis es que los mercados tienen su propia dinámica que es muy difícil de revertir. Los Gobiernos nacionales e incluso la ONU tenemos muy poco que hacer”, añadió Sumpsi.

Por último, el subdirector general del Departamento de Cooperación Técnica de la FAO, concluyó que “esta crisis alimentaria es seria y de larga duración, por lo que no se puede afrontar solamente con medios a corto, sino también a medio y largo plazo”.

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